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Jácome: "Moriré en el intento si es necesario para conseguir que en Ourense se viva bien"

En su primera ofrenda ante San Martiño, el alcalde animó a evitar "trabas partidistas que frenan el desarrollo" - Apeló al esfuerzo colectivo por la igualdad y para generar riqueza

El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, realiza la ofrenda ante el patrón, San Martiño, en la catedral. // I. Osorio

El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, revalidó ayer ante San Martiño, patrón de la ciudad, su compromiso de impulsar las medidas necesarias para convertir Ourense en un "espacio de vida y de bienestar en el que todos podamos sentirnos orgullosos". De pie ante el santo, el regidor recordó su llegada a la Alcaldía el pasado mes de junio y reiteró su intención de cumplir las promesas que hizo a la ciudadanía: "Y aún siendo consciente de las dificultades, incluso morir en el intento si es necesario, para hacer de Ourense una ciudad donde se pueda vivir y se viva bien".

Así se estrenó Jácome ante el patrón en una jornada festiva en la ciudad pero no exenta de reivindicación. Medio centenar de agentes de la Policía Local protagonizaron una protesta silenciosa pidiendo "respeto" al alcalde hacia su trabajo. Tras el 'paseíllo' en la Praza Maior que tuvieron que cruzar el regidor y otros representantes de la corporación en su recorrido desde la Casa do Concello hasta la catedral, la comitiva fue recibida por el obispo, Leonardo Lemos, y se sumó a la procesión con el santo que rodeó el interior de la iglesia. Tras este recorrido, Jácome ocupó su puesto en primera fila en la iglesia acompañado del teniente de alcalde, Jorge Pumar, y los concejales Teresa Rodríguez y Armando Ojea.

En su primera intervención ante el patrón de la ciudad, Jácome prefirió hablar más de obras que de "encomendar la suerte de los ourensanos a otras cuestiones". La "fuerza del trabajo, la perseverancia y la fe en lograr el futuro que todos queremos", dijo, "deben ser los cimientos de nuestra gestión cotidiana". Como alcalde, Pérez Jácome se comprometió ante el patrón a intentar una "mejor convivencia" y a dar respuesta a las necesidades de los ourensanos y especialmente de las personas más vulnerables, víctimas de una "destructora crisis".

El regidor indicó que "no es tiempo de reproches, sino de valentía, trabajo y servicio público" y quiso centrar el foco en los retos que hay por delante: "El principal es de la igualdad y el de generar riqueza que tenga una incidencia determinante en nuestra actual situación socioeconómica". Su objetivo como alcalde, dijo ante San Martiño, es trabajar para conseguir calidad de vida en Ourense y procurar el regreso de aquellos que tuvieron que marcharse. "Que este deje de ser un deseo inalcanzable para convertirse en una realidad", para lo cual, deseó, "es necesario involucrarse y evitar las trabas partidistas que no hacen más que frenar ese desarrollo".

Por su parte, el obispo, Leonardo Lemos, destacó que San Martiño encarna los valores de la humildad, la generosidad, el trabajo, la constancia y el espíritu de sacrificio, y recordó que en su tiempo el ahora patrón logró "una transformación pacífica de la sociedad". Atendiendo a la ofrenda del alcalde, el prelado ejerció su papel de intermediario y pidió "paz y prosperidad, y trabajos dignos para la juventud". Proyectos dijo, "auténticos e innovadores que se preocupen de las zonas periféricas de nuestra ciudad". También incidió el obispo en la necesidad de prestar atención al mundo rural que "desde hace años está experimentando un alarmante éxodo poblacional porque sus moradores no pudieron descubrir en sus lugares de nacimiento esos horizontes de progreso real y auténtico tanto para ellos como para sus hijos".

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