"Mira, ¡qué cómodo está ese gato! Está como quiere", dice una mujer. Nerea Rivero sonríe ante el gesto y se preocupa por la llegada de un perro. El gato sale corriendo y la vicepresidente de la Patrulla Callejera empieza a explicar cómo gestionan las más de 50 colonias que están repartidas por los diferentes barrios de la ciudad. "¿Qué cuantos gatos hay en las colonias? ¡Uf! Muchos. No hay forma de contabilizarlos, ni de hacer una estimación, pero son muchos. Solamente, en lo que va de año ya hemos esterilizado más de 121 gatos. Y en cuanto a colonias tenemos medio centenar, pero hay otras muchas que están gestionadas por una persona o grupos de vecinos".

La Asociación Patrulla Callejera se encarga de cuidar y prestar atención de los gatos de la ciudad en colaboración con la protectora de animales: "Ellos son los que tienen las competencias para gestionar los gatos, pero la saturación que tienen es mucha y nos ayudamos en cuidar a los felinos".

El anhelo de formar una entidad nació hace más de 10 años, "cuando una mujer que estaba en Progape empezó a cuidar de los gatos de su barrio y pagaba ella las esterilizaciones y les daba ella misma de comer. Pero constituidos como asociación llevamos seis años de vida". Durante ese tiempo Nerea no ha parado de trabajar para dar un cuidado especial a los felinos. "Yo salgo de trabajar mis horas y recorro las tres colonias que tengo a mi cargo, para dar de comer a los gatos y mirar como están". En la asociación son un total de 12 personas las que están involucradas en el proyecto: "Estamos una docena en la directiva de la asociación y después tenemos ocho voluntarios que nos ayudan con diferentes colonias".

Mientras da de comer se percata de que varios vecinos asisten de oyentes a la entrevista y habla sobre la conciliación con ellos: "Cuando observamos que hay muchos gatos en un barrio o un sitio, o nos avisan de que hay muchos gatos, hablamos con los vecinos y vecinas para explicarle lo que estamos haciendo, que no vean que vamos a crear un foco de abandono de gatos ni nada parecido. Eso es como todo, hay algunos que lo entiende y otros que no, pero la mayoría están predispuestos y hay algunos que nos ayudan, por ejemplo en esta colonia hubo varias personas que nos ayudaron". No quiere desvelar el lugar de la colonia para no invitar al vandalismo a hacer fechorías ni a los propietarios a abandonar a los felinos.

Advierte que "los abandonos están a la orden del día. Por ejemplo, en una de mis casetas me dejaron una caja con tres gatos bebés y un cartón de leche". Sin embargo, despierta una esperanza. "Pero bueno si que es cierto que también se están adoptando bastantes, por ejemplo en este último mes llevamos cuatro y este año, creo que son 23". Desvela su amor por los animales con un tatuaje de varias huellas de un perro y explica el procedimiento "CER", con la vista puesta en la aparición de más gatos: "Nosotros lo que hacemos es el método 'CER', cazar, esterilizar y retornar. Primero cazamos los gatos que están por la zona para esterilizarlos y mirar si tienen 'chip' y si no se lo ponemos. Después lo importante es devolverlos a la zona donde se cazan, para que vuelvan a su ambiente. No se pueden soltar en cualquier lado".

El sol cae y más felinos se juntan ante la colonia. Nerea advierte con un chascarrillo: "Son animales nocturnos". Mientras un coche pasa a toda velocidad, gira la cabeza por si algún gato está en medio de la carretera: "Ves, después hay algunos que ni frenan ni tienen cuidado". Nerea se despide, no sin antes acercarse a la colonia y ver a los gatos. Su tatuaje, su compromiso y el toda la asociación es una labor de cada día.