El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome fue ayer "Jácome en estado puro", en el pleno extraordinario convocado en tiempo récord por el Concello, para resolver alegaciones contra varias modificaciones de crédito por un montante de 10 millones de euros, que se habían llevado al pleno del lunes, y que no se pudieron resolver el pasado día 4 porque el sindicato de Policía Local SPPME había presentado alegaciones, algunas que no afectaban a temas policiales sin tiempo para resolverlas y llevarlas al pleno.
Las alegaciones fueron desestimadas y las modificaciones aprobadas provisionalmente pero el alcalde no dudó en acusar a los sindicatos de "emplear métodos barriobajeros con el único fin de ponernos piedras en el camino", e incluso señaló que lo hacían con la única intención "de joder", indicó recurriendo a una expresión también bastante mundana. "La ley debería contemplar que alguien solo por joder no pudiese detener nada", indicó.
La guerra abierta de Jácome con los funcionarios, que comenzó ya en la campaña electoral cuando dijo que la mayoría habían sido "enchufados" por otros partidos, y que los haría trabajar pues la mayoría no cumplían objetivos.
Tras las continuas críticas como las relacionadas con la falta de operatividad de la Policía Local a la que puso en un hipotético "nivel" de calidad muy por debajo de la Policía Nacional, ayer el propio Miguel Caride, portavoz y concejal de Infraestructuras de DO, pidió un esfuerzo común" para tratar de acabar con esa guerra ya sin cuartel entre alcalde y sindicatos. De hecho el regidor sigue sin ceder en sus críticas, pese a la movilización de la Junta de Personal del Concello el pasado lunes, pidiendo que pare con sus "descalificaciones e injurias a los funcionarios".
El portavoz de Ciudadanos también recordó al gobierno local que si la relación con los sindicatos "fuera más fluida y no se metiera con los funcionarios tan maltratados por ustedes, tal vez no harían dichas alegaciones".
Una de las modificaciones de casi un millón de euros, iba destinada arrancar el proceso de mejora de a obra de la Plaza de Abastos de As Burgas y contó con el apoyo unánime de todos los grupos de la corporación municipal al ser un proyecto clave. Además y en cuanto a la modificación para pagar a proveedores, PSOE, BNG y Ciudadanos, coincidieron que estos no podían esperar "ni un minuto más para cobrar".
Sin embargo, han querido dejar claro que entienden que la situación se deriva de "la mala gestión e irregularidades del gobierno anterior".
Los grupos de la oposición han coincidido en señalar que el hecho de que se estén tramitando facturas de 2016 y 2017 deja entrever que " hay mucho que mejorar por parte de la Administración". El alcalde recordó ante estas críticas y las de Ciudadanos que su portavoz Pepe Araújo era el que gobernaba cuando se produjeron los impagos.
