La operación de la Asuntos Internos que puso patas arriba la comisaría de Policía Nacional de Ourense el 10 de noviembre de 2015, tras partir de un anónimo remitido a la unidad justo un año antes irá a juicio en la Audiencia Provincial a principios de 2020. Los 8.345 folios de 26 tomos que conforman la causa han llegado al tribunal. La magistrada Ana Blanco ha sido designada ponente y presidenta de una sala que completan Manuel Cid Manzano y Amparo Lomo. Blanco señalará fecha -se prevén varias jornadas- tras examinar las pruebas propuestas por las partes.
Cuatro policías antidroga y 9 presuntos traficantes se sentarán en el banquillo. La Fiscalía acusa a los agentes de proteger a sus confidentes a cambio de información que les permitiera detener a traficantes rivales. Ellos niegan culpa y esgrimen su labor operativa. Las defensas buscan la nulidad de la causa, por entender que nace de un anónimo con falsedades, que ahora aún se sigue investigando ligado al robo de armas de la comisaría, y supuestamente elaborado con pruebas inciertas tras la apropiación de claves de otros agentes. La UDEV culpa a los gemelos en mayor medida que al fallecido Celso B. A., al que Asuntos Internos atribuye la autoría en exclusiva. Los hermanos están imputados por la muerte y por la sustracción de armas.
Los 13 encausados en la Zamburiña afrontan penas que suman en su conjunto casi 100 años de cárcel. La fiscal solicita 7 y medio para el exjefe antidroga, Antonio R.F.. Pide para su compañero ya jubilado Felipe M.A. 7 años y 9 meses y para Herminia M. C.G., 6 años y 3 meses. El cuarto agente que irá a juicio es José A. R.F., que se enfrenta a 5.400 euros de multa. Entre los presuntos traficantes, la principal es Josefa P.G., alias Pucha. La fiscal solicita la pena más alta: 13 años.
Ni enriquecimiento ni droga
El líder del SUP en Galicia, el ourensano Roberto González, defendió desde 2015 la inocencia de los agentes antidroga y arremetió contra Asuntos Internos por una labor "desproporcionada". Señala que "el mismo celo mostrado por Asuntos Internos para procesar a los compañeros de estupefacientes se utilizó para encubrir a sus confidentes, los hermanos gemelos, como se ha demostrado en los contactos mantenidos entre ellos incluso dos meses antes de las detenciones. Ocultaron parte del anónimo al juez para encubrirlos".
González añade que "a pesar de los cuatro años transcurridos y de la investigación minuciosa sobre los compañeros, Asuntos Internos no ha encontrado una sola prueba de enriquecimiento por parte de ningún policía ni la distracción de un solo gramo de estupefaciente. Lo único objetivo son numerosas intervenciones de drogas exitosas por parte del grupo de estupefacientes, las cuales han acabado en juicio y con penas de prisión para los imputados. En todas hubo conformidad con la condena excepto en una en la que el propio tribunal vio hechos probados".
