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Radiografía del minifundismo: aumentan los titulares y las parcelas en Ourense

La variación anual registra un ascenso del número de propietarios, que pasa de 399.428 a 402.060 - También se incrementa el número de fincas en más de 3.500

Una zona de regadío en Xinzo de Limia con varias fincas. // I. Osorio

La cumbre sobre el rural ourensano decretó siete puntos sobre los que trabajar para crear una agenda que impulse e incentive el sector primario en Galicia. La Consellería de Medio Rural presentó esta semana los presupuestos para 2020 de 540 millones de euros, lo que supone un incremento del 4,16%, respeto a 2019. ¿Suficiente? Depende. Eso pensó la oposición autonómica al rendir cuentas a la hoja de ruta económica del conselleiro José González que expresó su visión de un rural "basado en la prevención, en la recuperación, en la calidad, con el objetivo de hacerlo un lugar deseable para vivir, rentable y seguro".

Precisamente en ese ámbito de rentabilidad, Ourense tiene deberes pendientes. La improductividad del sector primario ourensano se singulariza por ese reparto de tierras que provoca la "ultrafragmentación" del territorio. Es decir, no se genera valor añadido a partir de una recuperación basada en la explotación productiva, si no que se genera una economía de subsistencia en algunos casos y en otros, las circunstancias determinan un abandono que puede sumarse por años.

Actualmente, según el registro del catastro inmobiliario rústico del Instituto Gallego de Estadística en la provincia existen 3.637.933 parcelas reales. Un número significativo si se compara con la cifra de titulares, que son 402.060 y que crece según los datos facilitados.

Por comarcas

La provincia tiene una superficie total de 714.206 hectáreas con carácter rústico, 700 menos que en 2017. Sin embargo, experimenta un aumento del número de parcelas reales que se incrementa en 3.709 parcelas. Por comarcas dentro de la provincia, la zona que más parcelas rústicas tiene es Celanova. Su región registra 50.669 hectáreas y 483.115 parcelas rústicas, lo que determina la enmarañada ordenación de su territorio. Le sigue O Carballiño (466.385) y Ourense (441.133), en número de parcelas rústicas reales. Llama la atención la distribución territorial de O Ribeiro y O Carballiño donde la proporción entre hectáreas y parcelas rústicas es de las mayores de la provincia. Los datos definen que cada titular tiene una media de nueve parcelas reales. Una estadística que ofrece una complicada solución no solo para la improductividad del mundo rural, si no también para la prevención de los incendios.

Este año, la Xunta de Galicia, la Federación Gallega de Municipios y Provincias (FEGAMP) y la empresa Seaga pusieron en marcha un plan para la prevención de incendios en toda la comunidad. Sin embargo, los atrancos colapsaban los contratos para limpiar la fincas. Alcaldes ourensanos determinaban la complejidad que supuso (y supone) identificar a todos los titulares de las parcelas para poder realizar el contrato de limpieza. El minifundismo siempre fue una realidad y su aumento dificulta su productividad.

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