La Audiencia Provincial de Ourense acogió un juicio a puerta cerrada por un presunto delito de agresión sexual, en el que un hombre obligó, presuntamente, a su expareja sentimental a realizarle una felación en el interior de un coche bajo amenazas.

Por estos delitos, la Fiscalía aplica una circunstancia agravante de género y otra de parentesco y solicita una pena de dos años de prisión por el delito de amenazas, más 10 años de cárcel por el presunto delito de agresión sexual.

Además solicita una indemnización de 6.000 euros y la prohibición de que se comunique con ella por cualquier medio o se acerque a menos de 300 metros de su domicilio, lugar de trabajo o cualquier punto donde esté ella durante un mínimo de 13 años, que desglosados serían 3 años por las amenazas y 10 por la agresión sexual.

El acusado y su defensa expusieron en el juicio que las denuncias presentadas por la afectada y los hechos denunciados eran "invención" de la víctima.

El ministerio público relató una serie de hechos ocurridos en 2016 cuando el encausado fue al domicilio de la afectada con la excusa de hablar con el hijo que tienen en común.

Fue el 18 de febrero, cuando la afectada decidió dejarle pasar a su residencia en la ciudad y una vez dentro, el hombre, según recoge el escrito de acusación, empezó a interrogar a la afectada con la predisposición de conocer y averiguar si tenía una relación sentimental con alguien. En ese momento, cogió un cuchillo para amenazarla de que le entregara el móvil y que no gritara.

La mujer empezó a pedir auxilio y el encausado la amenazó que "si vuelves a gritar te lo clavo". La mujer, "por el miedo" que tenía hacia esta persona guardó silencio y el hombre abandonó la vivienda.

Obligada a hacer una felación

El Ministerio Público expuso en su escrito de acusación un hecho con anterioridad a los descritos. El 5 de enero del mismo año, el acusado se comunicó con la mujer con la intención de quedar y al ver que la afectada no contestaba a sus mensajes, se personó en el portal cuando esta se disponía a entrar al edificio donde tiene su vivienda. El escrito recoge como el hombre la invitó a "fumarse un cigarrillo" y la mujer accedió a acompañarlo. Se subieron al coche y el acusado bloqueó las puertas del vehículo, se bajó los pantalones y tras cogerle "con fuerza"la cabeza le exigió a la víctima que la realizara una felación. La mujer rechazo, en primer lugar, la pretensión del encausado, pero ante el temor que le provocaba el hombre, accedió por "miedo", según recoge el ministerio público.

El Ministerio Público considera que, los hechos y por la relación sentimental que mantuvieron la víctima y el acusado, concurre una circunstancia de agravante mixta, de parentesco como de género. El proceso judicial fue visto para sentencia después de la declaración del acusado que defendió que los hechos denunciados eran falsos.