Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La diversidad de la "familia Agallas"

Un docena de mentes animalistas crearon una asociación, buscaron una ubicación y cuidan de forma constante a una decena de perros que tienen a su nombre

Una voluntaria cuidando de un perro. // Cedida

Rodeado de ladridos y de compañeros de cuatro patas, Alejandro Meno descuelga el teléfono, después de semanas buscando el momento adecuado. No hay prisa, aunque el tiempo corre sin detenerse. Hace ya nueve meses que un nutrido grupo de personas se sentó para debatir si creaban una asociación de cuidado de perros de edad avanzada. "Esa era la primera idea", dice entre risas. Ahora, tienen también cachorros.

La Asociación Agallas nace en enero de este año con la intención de cuidar de perros derivados de la perrera de Xinzo de Limia: "Estaban y están desbordados por eso recogemos perros para cuidar de ellos".

Se conocían de sus colaboraciones con protectoras donde agrupaban a los perros para dar largos paseos, jugar con ellos o cuidarlos y decidieron crear el colectivo porque "queríamos una gestión más cercana y llevarla nosotros". Son un grupo variado, desde jóvenes de 22 años hasta adultos de 54, que cuidan a una decena de perros en una ubicación que prefieren no compartir: "Además de los perros tenemos otros siete cachorros en casas de acogida". No tienen gatos, aunque alguno se deja ver por las instalaciones.

El entorno natural envuelve la infraestructura de la "familia Agallas". El nombre surge de una serie de opciones donde el apodo de un perro "Agallas" era el que más se adaptaba porque "era un perro que estaba siempre alegre y jugando y nos pareció bien a todos utilizar su nombre para llamar a la asociación", explica Alejandro Meno.

Para encontrar la instalación buscaron en una agencia inmobiliaria y la encontraron después de varias posibilidades. La vieron y no dudaron. Los vecinos aceptaron la llegada de una familia heterogénea, aunque "alguno llamó al Seprona porque escuchaba ladrar a muchos perros. Los agentes llegaron hasta la instalación vieron que tenían todos chip y que estaban cuidados y se marcharon, no hubo ningún problema". Entre la comunidad, "hubo un vecino que adoptó un perro".

Paseos y rutinas

La Asociación Agallas elabora el horario semanal por turnos que se gestionan según el tiempo libre de cada integrante. Lo hacen a través de un grupo digital y se reparten para que los perros no estén en ningún momento solos: "Solemos gestionar los turnos para realizar los cuidados necesarios y las atenciones precisas para que los perros estén en cuidado óptimo".

Además, gestionan el cuidado de los compañeros de cuatro patas con excursiones por diferentes puntos de la geografía. El embalse de Castrelo de Miño, rutas de senderismo o los paseos semanales por la zona de Laias.

Todos colaboran o arriman el hombro con lo que haga falta. Alejandro Meno advierte: "Nosotros no podemos coger perros abandonados para eso hay un convenio o un protocolo que debe cumplirse reglamentariamente". Un tema a la orden del día, los abandonos: "Si es cierto que se ven muchos, un vecino del pueblo nos vino a preguntar si podía dejarnos a sus dos perros". Una situación de la que confiesan que no tienen las competencias.

Desde enero han gestionado 80 adopciones, encontrando casas para diferentes perros. Ellos ya tienen su segunda casa y su segunda familia. El hogar que encarna los valores de Agallas.

Compartir el artículo

stats