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Dos empresas trabajan en la mudanza

La Biblioteca Pública culminará su traslado en un mes y abrirá en San Francisco antes de Navidad

El edificio de la calle Concello, que alberga este servicio desde 1978, recibirá por última vez al público el 2 de noviembre -La colección incluye 160.000 ejemplares y más de 7.000 libros y documentos anteriores al siglo XX

La directora Rosa Díaz Naya y uno de los trabajadores de la biblioteca revisan parte del material a trasladar. // Iñaki Osorio

La Biblioteca Pública de Ourense lleva diez días de mudanza y todavía no ha empezado la parte más compleja. Mover 160.000 libros, 16.600 documentos audiovisuales, 4.000 revistas y periódicos, además de mobiliario y equipamiento, requiere directrices muy estrictas y un cronograma que arrancó el pasado 14 de octubre. El 2 de noviembre se cerrará definitivamente al público para desplazar al nuevo edificio del complejo cultural de San Francisco los fondos de las tres plantas principales. El traslado completo culminará el 22 de noviembre y la reapertura, todavía sin concretar, se producirá antes de Navidad.

Esto implica que durante al menos un mes el servicio estará cerrado, quedando únicamente disponibles en la ciudad las bibliotecas municipales y la universitaria Rosalía de Castro. Los usuarios que tengan libros en préstamo podrán entregarlos en el buzón durante el tiempo que permanezca cerrada o esperar a la reapertura.

Por el momento el centro de la calle Concello sigue abierto con normalidad. De hecho, y compartiendo la jornada con operarios de las dos empresas que trabajan en la mudanza, ayer celebró su último día internacional de las bibliotecas en estas instalaciones. Como recuerdo de una jornada especial, los usuarios de la sala de préstamo se llevaron una planta de regalo y una participación en el sorteo de una entrada doble para la inauguración del nuevo edificio.

El cambio, que acumula una espera de casi dos décadas, implicará importantes mejoras en el servicio. De hecho la plantilla de la biblioteca (25 trabajadores) ya se ha ampliado con esta finalidad dando reciente cobertura a dos plazas de técnico que estaban vacantes. La superficie de uso también crece, de los 4.000 metros cuadrados actuales a más de 6.000 y 450 puestos de lectura. Además, el nuevo servicio incorporará una sala de juvenil con zona específica para cómic, un rincón centrado en los más pequeños en la sala de infantil y 36 puestos de lectura en hemeroteca.

Estas mejoras, señala la directora de la Biblioteca Pública, Rosa Díaz Naya, compensan los inconvenientes que la nueva ubicación, a 750 metros de la actual y en la parte alta de la ciudad, puedan suponer para algunos usuarios. Zona de aparcamiento, un entorno exterior agradable y un edificio totalmente nuevo con salas y espacios amplios bañados por luz natural son ventajas de peso frente a la sede actual. De hecho, en la calle Concello hay menos espacio para la lectura, problemas de accesibilidad y otras deficiencias relacionadas con la antigüedad de este inmueble, al que la Biblioteca Pública se trasladó en 1978, hace 41 años, tras su estancia en los bajos de la Diputación.

El traslado progresivo de los fondos bibliográficos empezó el pasado día 14, al finalizar el acondicionamiento de la nueva sede con la puesta a punto de los ascensores y la dotación de mobiliario. Mientras se ultimaban estos trabajos, la biblioteca realizó labores de marcaje y etiquetado de ejemplares, documentos y enseres a desplazar. El traslado se ha organizado para interferir lo menos posible en el uso de las instalaciones y hasta el próximo sábado 2 de noviembre los usuarios seguirán haciendo uso de las salas de lectura y préstamo. Hasta ahora se han trasladado las colecciones donadas por particulares que se encontraban en el garaje y los fondos de depósito de la segunda planta.

Estos trabajos, realizados por una empresa contratada por la Xunta, que es la administración que gestiona la biblioteca y el traslado de los fondos, se han simultaneado con la intervención de la entidad EYPAR, especializada en el diseño y fabricación de estanterías compactas que permiten aprovechar mucho mejor el espacio. Su montaje es complejo y delicado, por lo que ha sido necesaria también su participación en el traslado.

La mudanza del depósito de gallego y fondo antiguo empezará hoy, aunque, explica la directora, parte de este último se encuentra ya en San Francisco porque, por cuestiones de conservación, requiere aclimatación previa al espacio. Se trata, sobre todo de libros datados del siglo XVI en adelante.

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