| Ocho policías de la comisaría de Ourense se encargaron de extremar la seguridad en el juicio contra los Madriles, en especial por la agresividad del principal acusado. Agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y del grupo de conducciones y custodias en los juzgados se ocuparon de la tarea bajo el mando de un inspector. Acordonaron el acceso al edificio hasta la llegada del furgón con el preso, y posteriormente velaron por la seguridad en la sala. Hicieron falta.