En la rocambolesca historia de rencillas, anónimos, armas desaparecidas y un fallecimiento que marcan a la comisaría de Policía Nacional de Ourense desde 2014 solo faltaba un giro copernicano en la vía judicial. La investigación a los gemelos por el robo de armas con la supuesta intención de dañar a otros agentes abre una vía para que numerosos compañeros decidan si quieren ser parte contraria como posibles perjudicados. El juez Leonardo Álvarez ya ha reconocido esa condición al exjefe antidroga, al que, paradójicamente, él ha llevado a juicio en la operación Zamburiña por presunta protección de su unidad a confidentes, caso que Asuntos Internos inició a partir de la recepción de un anónimo en noviembre de 2014. Es un escrito que ahora el juez ve clave para definir la autoría de la desaparición de las pistolas (tres en el despacho del agente muerto de un disparo en abril de 2016, tres todavía sin localizar). Además de Antonio, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) ha comunicado a 26 policías la posibilidad de ser parte contra los gemelos Roy y Bernardo D. L., que declaran a finales de mes en calidad de imputados. Entre ellos está el excomisario Amable Valcárcel, uno de los acusados en falso. Ya jubilado, de entrada no planea personarse.
El ofrecimiento de acciones es la posibilidad que se le concede a la víctima o perjudicado en un asunto penal de formar parte del proceso de una manera activa. Lo primero es informar al perjudicado o agraviado de la existencia de un procedimiento en marcha, para ofrecerle la posibilidad de participar de manera activa en el proceso, perdonar al agresor, reclamar daños y perjuicios o bien renunciar.
La UDEV ha comunicado esa opción a no solo a los agentes mencionados en aquel anónimo -13 tuvieron su teléfono pinchado en el inicio de la investigación de Asuntos Internos sobre la comisaría de Ourense- sino a los dueños de la armas y a aquellos agentes cuyas claves personales o profesionales pudieron ser usadas para dar base a la elaboración del anónimo. Son un total de 26 personas. Además no se descarta que la Abogacía del Estado acabe solicitando la personación en la causa para representar a la propia Dirección General de la Policía, al tratarse de un hecho ocurrido en las dependencias oficiales.
La UDEV, la unidad que señala a los gemelos por el anónimo y el robo de armas mientras Asuntos Internos circunscribe todo al fallecido Celso B. A. -suyo era el ADN de una llave que abría el búnker, guardada a su vez en un cajetín-, mantiene que los gemelos están implicados en la remisión del anónimo de 2014 a Asuntos Internos y en el robo de las pistolas, incluso en más grado que el fallecido. El juez, siempre alineado con Asuntos Internos desde que empezaron a trabajar en el caso que conduciría a la Zamburiña, asume ahora esa hipótesis. El magistrado baraja que la persona o las personas que remitieron el primer escrito a la unidad secreta cometieron, colaboraron o al menos encubrieron la sustracción de pistolas y revólveres. La calificación de delitos aún es provisional, pero de entrada se investigan posible simulación de delito, acusación o denuncia falsa, y tenencia ilícita de armas.
La personación, caso por caso
De momento, el único policía personado contra los gemelos es Antonio R. F., el exjefe de drogas. En un principio el juez Álvarez rechazó su petición pero después modificó su criterio y lo admitió, considerándolo un perjudicado. La Fiscalía ha recurrido en apelación a la Audiencia Provincial ya que entiende que no debe ejercer la acusación particular. La defensa de los gemelos opina igual. Aquellos agentes a los que se les han ofrecido acciones y decidan personarse tendrán que hacer peticiones individualizadas y el juez analizará la pertinencia caso por caso.
Es posible que un mismo abogado represente a varios llegado el caso, en especial si se acogen a la asesoría jurídica de sindicatos. Jupol y el SUP se han reunido con sus representados afectados y han iniciado trámites para esta en la causa. Compañeros contra compañeros, el germen de todo en la increíble historia de la comisaría de Policía de Ourense.
