Carlos Rodríguez no solo es un símbolo de las jugueterías con encanto, si no que él y su tienda, A Bufarda, en Colón son ejemplo de los negocios implicados con su calle y con su barrio, de los comerciantes que han querido vivir y apostar por la zona cuando pocos lo hacían, y está detrás de muchos proyectos de dinamización cultural en la zona. Porque cree en el casco vello.

"Es cierto que han cerrado locales, pero abren otros, y colectivos como Escua está detrás del enorme programa cultural que hubo este verano, con cine y conciertos, en un barrio con muchas actividades, en el que vuelve a haber niños jugando de nuevo en las calles", indica.

Por eso ante el anuncio de otro posible plan de revitalización de esta zona sur en la que trabaja, afirma que "lo ideal es que empiecen por acondicionar los edificios que aún están en ruinas, que prediquen con el ejemplo; más limpieza, e iluminación, porque nos llega mucho turismo, pero este casco viejo es el gran desconocido de los ourensanos".