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El Lincoln que paseó a Ava Gardner y Sinatra circula por Ourense

Fue testigo correrías de la actriz en el Madrid de los 50, y el coche del indiano en "Sempre Xonxa"

El Linconl Continental en la Plaza Mayor de Ourense // FDV

El único Lincoln Continental matriculado en la España de los 50, volvió a rodar estos días para lucir su espectacular diseño con motivo del Ourense Film Festival. Porque esta joya de la automoción y propiedad de un ourensano, es un coche de cine por méritos propios. Fue testigo de los años de desenfreno de la mítica actriz hollywoodense Ava Gardner, -"el animal más hermoso del mundo"-como se la apodó entonces por su extraordinaria belleza, que paseó por plazas de toros y toreros la noche madrileña, pasándose por alto los corsés del franquismo.

A bordo de este flamante vehículo cuyo dueño era por entonces el propietario de la plaza de toros de Las Ventas, la actriz de Mogambo, que se había enamorado de España, su folklore y su bohemia, según sus numerosos biógrafos, paseó durante meses con un chofer de excepción, el torero Luis Miguel Dominguín, en una relación que entonces derrochó ríos de tinta en los diarios de la época, al igual que los celos, en este caso no sin fundamento, del entonces esposo de la actriz y tercer marido de la Gardner, Frank Sinatra.

El propietario del vehículo acabó vendiéndolo hace décadas al piloto ourensano y empresario Juan Luis Álvarez Paradela.

A finales de los 80, de nuevo el hermoso Lincoln, -y es el motivo de que aparcara en las alfombras del OUFF- era el coche con el que "O Birutas" regresaba a su pueblo ficticio en el filmgallego Sempre Xonxa, como símbolo de aquellos emigran tes que habían prosperado en las Américas, y volvían al terruño con pomposos vehículos, como este con el que el indiano retornado trataba de impresionar a Xonxa.

Son dos historias de cine, y muchas vidas que contar, "pero el verdadero protagonista debería de ser mi padre, un hombre bueno, honesto , único; él fue quien adquirió el vehículo en su día, y lo mantuvo en perfectas condiciones", explica el ourensano Luis Álvarez también empresario, hombre implicado en causas solidarias, y heredero de este magnífico vehículo anexo a la historia, que vivió los excesos de un Hollywood obnubilado por los ropeles y circuló por los caminos de la primera película del cine gallego.

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