La colonización de la vespa velutina ha generado una gran alarma social, sobre todo desde que empezaron a aparecer nidos en los núcleos urbanos, y una gran preocupación en sectores como la apicultura y la fruticultura. Rafael Díaz, miembro de la Asociación Galega de Apicultura, asegura que desde la llegada de la avispa asiática "la nuestra es una lucha continua por la supervivencia de nuestras colmenas" y advierte de la importante repercusión económica que conllevará esta invasión: "Esto no se soluciona con trampas eléctricas ni caseras, tiene que haber investigación", reclama.

"La velutina empieza con las abejas y cuando acaba con ellas sigue con los insectos y hay estudios en Francia que revelan la desaparición de aves insectívoras en zonas colonizadas".