La actividad enoturística del Viñobús concluyó el domingo su edición especial de vendimia. Las plazas se agotaron en cuestión de días, y como ya es habitual, quedó una larga lista de espera. Participaron 235 personas en grupos de 15 y18. En la mayor parte de los casos la actividad es el motivo de visitar o de repetir visita a la Ribeira Sacra.

Se basa en la experiencia de convertir a los participantes en viticultores por un día. Para ello, guiados por el personal de la bodega y por personal especializado en los traslados, conocen las diversas tipologías de vides y uva, las características de su cultivo, recogen la uva, la pisan en la bodega como se hacía antiguamente, miden la graduación del mosto, degustan diversos tipo de mosto, y demás pasos. La jornada concluye con una comida de platos típicos de la vendimia y, todos los que pisaron el vino, recibirán en sus domicilios una botella para degustar los caldos de los que, en parte, fueron creadores.

Las plazas se agotaron y quedó una larga lista de espera, ya que es una actividad compleja de ampliar porque la cosecha se centra en unas fechas muy concretas que se conocen con poco margen, y no todas las bodegas reúnen las instalaciones adecuadas para su desarrollo o no cuenta n con personal disponible en la temporada para atender a este público. A pesar de ello, cada año son más las bodegas interesadas en formar parte.

Participaron 235 personas y en la gran mayoría de los casos la actividad es el motivo de visitar o de repetir visita a Ribeira Sacra. Público gallego, en buena parte de Pontevedra y A Coruña, también Asturias y León, en familia o grupos de amigos y que pasa el fin de semana en establecimiento de turismo rural o vivienda de alquiler completo.