Asumió la presidencia de la Confederación Hidrográfica del Miño Sil el día 9 de septiembre de 2018. La tarea más relevante que realizó a lo largo de los doce meses que lleva el en cargo fue reunirse "con todo el mundo, para tomar contacto con la realidad", en una cuenca que tiene 20.000 kilómetros cuadrados de superficie y 223 concellos, con "una gran diversidad de realidades económicas y geográficas".
-¿Qué fue lo que más le sorprendió cuando asumió el cargo, en el aspecto positivo y en el negativo?
-En el positivo, el afán de la pequeña plantilla que tenemos por mantener las cosas al día, a pesar de que se ven sobrepasados, materialmente. En lo negativo, la cantidad de problemas que se generan a lo largo y a lo ancho de la cuenca, que tenemos que hacerles frente con pocos efectivos. A veces se registra un retraso en la resolución de problemas del día a día, por falta de personal.
-A esto hay que añadir que la CHMS ha reducido el presupuesto a la mitad, con respecto a los primeros años de funcionamiento.
-En estos momentos estamos en 36 millones de euros.
-¿Tiene la esperanza de recuperar liquidez, tras los problemas surgidos en torno a la crisis económica?
-Esperamos recuperarnos, pero de momento esta es la realidad.
-La CHMS tiene una asignatura pendiente. No han fructificado las gestiones que realizaron para dotarse de una sede, por lo que permanece dispersa en tres o cuatro edificios.
-No, la situación todavía es más cruel, porque estamos en cinco edificios, que se encuentran a lo largo y ancho de la ciudad. Lo deseable sería tener todo el organismo en un mismo edificio, con lo que se podría hacer un mayor aprovechamiento de los recursos. La concentración de servicios en una sola sede, también sería más cómoda para los ciudadanos.
-¿Fracasó el intento de crear la nueva sede en la zona de O Couto?
-Sí, por un problema urbanístico y por la falta de seguridad jurídica, en el momento que se podía hacer.
-Ahora están buscando otras alternativas.
-Hay dos posibilidades. La construcción de un nuevo edificio, en el momento que el Concello de Ourense apruebe el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal, tendría la ventaja de que lo podríamos hacer a medida. Si esto no puede ser, tendremos que buscar un edificio grande o varios que se puedan complementar. Hay que cumplir un objetivo de unos 5.000 metros cuadrados, para ubicar todas las unidades del organismo, garajes y almacén.
-¿Cuáles son las prioridades del organismo para este año?
-Nos estamos centrando en la limpieza de los ríos. Antes se mantenían prácticamente sin ningún tipo de intervención, por las actividades que realizaba la gente que residía en el medio rural. Pero ahora el problema de la despoblación, incide en un mayor abandono. Por lo tanto, la CHMS puso en marcha un plan de choque en el mes de agosto, que supone una inversión de 475.000 euros, para las provincias de Ourense y Pontevedra, a los que hay que sumar otra partida anterior de 775.000 euros, correspondientes al programa ordinario para este año para la limpieza de cauces en las dos provincias.
-Esto da respuesta a una de las preocupaciones de los vecinos.
-Sí, porque a la caída de árboles en los cauces hay que añadirle la plaga de los alisos, que el agua arrastra hasta los puentes, los taponan y causan desperfectos. La limpieza de los ríos es una de las cosas que demanda la gente.
-Este problema ha venido para quedarse, porque el número de población sigue bajando.
-Este problema habrá que irlo modulando, con el paso del tiempo, a ver cómo se encara, pero aquí hay una realidad: tenerlo todo limpio, por parte de la CHMS, es imposible.
-Los vecinos se quejan de que la CHMS puede sancionarlos si retiran un tronco.
-Por retirar un tronco caído, nadie los va a sancionar. Ahora, si quieren limpiar un trozo, tienen que pedir permiso en la CHMS. Pero es verdad que ahora se encuentran con el problema de la tardanza. Para ser más ágiles, estamos estudiando la posibilidad de poder hacer este tipo de operaciones con declaración responsable.
-¿En qué consistirá la medida cuando entre en vigor?
-El interesado cubre un papel, en el que se hace responsable de la corta de unas piezas, para limpiar el río. Estamos buscando ese mecanismo para agilizar.
-¿Tardará mucho?
-Estamos trabajando y luchando con Madrid para que lo autorice.
-¿Cuáles son las inversiones más relevantes que van a realizar?
-La Confederación Hidrográfica del Miño Sil tiene previsto realizar una inversión importante, de 30 millones de euros, en el saneamiento del río Barbaña. Ya ha concluido la fase de análisis y estudio de la problemática; la idea es que dentro de un año esté licitada y adjudicada la ejecución de las obras. Tendrán un plazo de ejecución de 24 meses.
-¿En qué consisten?
-Lo que se pretende es solucionar toda la problemática. La primera fase consistió en la realización de un estudio, en el que se analizaron en profundidad todas las circunstancias de la cuenca del Barbaña. Por lo tanto, se pretende erradicar todo tipo de contaminación, que es un mantra en la ciudad de Ourense. Hay Barbaña semana sí y semana también. En parte porque es un cauce pequeño y en parte porque en su cabecera hay dos polígonos industriales, el de San Cibrao das Viñas y Barreiros.
