-El Barbaña ha superado el problema del vertido directo de las construcciones que hay en su entorno, por falta de saneamiento.

-Ahora estamos en la fase de solucionar el gran problema que representan los vertidos de los polígonos industriales. El objetivo es sanear y llegar a un río con una calidad de agua buena, sin contaminación. Se va a mejorar la capacidad de la depuradora de San Cibrao das Viñas, también a cargo de la partida de 30 millones de euros prevista para el saneamiento del cauce fluvial.

-A Limia es otra de las zonas críticas.

-Hay que llegar a un punto donde el desarrollo económico sea compatible con la salud de las personas y con el medio ambiente. A Limia es una comarca agraria y ganadera muy potente, en la que quizás hubo un desequilibro de desarrollo pecuario, con respecto a ese territorio. Es un territorio que tiene una capa freática muy alta, lo que ayuda a que se sustancie más fácilmente el problema. Si es verdad que hay ahí un problema, con el tema de los purines, que se sustancia fundamentalmente en el embalse de As Conchas, otro clásico mantra provincial. Las cianobacterias que hay en el embalse de As Conchas son fruto de una acumulación de nitratos y fósforo. Está claro que provienen del vertido excesivo de purines, por la gran carga ganadera que hay en A Limia. La Consellería de Medio Rural ya anunció un plan de formación. Este es un problema similar al del río Barbaña, que se tiene que solucionar con un presupuesto. También está en marcha el procedimiento de aguas afectadas para As Conchas, que ya ha pasado el período de exposición pública, por lo que es probable que se acabe sustanciando en una orden ministerial que declare As Conchas aguas afectadas. Tras esa declaración, habrá que declarar a toda la cuenca de A Limia zona vulnerable. Eso va implicar la mejora de las prácticas pecuarias, fundamentalmente el tema de los purines.