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El alcalde insiste en ver "corrupto" a un policía y acata la absolución: "Pues vale, a otra guerra"

La junta de personal censura sus "constantes e ofensivas declaracións, acusacións e difamacións", y pide al PP que se desmarque - El juez descarta delito en el incidente entre el político y el municipal

Gonzalo Jácome. // Brais Lorenzo

Jácome no cambia. El alcalde de Ourense mantiene su tono beligerante contra ciertos trabajadores públicos. El magistrado de Instrucción Número 2, Luis Doval, exonera al regidor, al exedil de Democracia Ourensana Telmo Ucha y a un policía local -delegado sindical de UGT en el Concello- por un incidente registrado en el pabellón, con coche de por medio, el pasado mes de febrero. El regidor instó al municipal a que esperase en su vehículo tras afearle, con las cámaras de su televisión recogiendo todo, que hubiera estacionado en zona prohibida. Los hechos no tienen trascendencia penal pero siguen coleando. Jácome, que el día del juicio rebajó la importancia del proceso ante la prensa para centrarse en la supuesta "mafia" existente en el cuerpo, reaccionó ayer en las redes sociales sin variar su manera de ser.

En Twitter, en su perfil personal, publicó: "El juez ve empate técnico y absuelve a ambas partes en el día de hoy, por lo del pabellón y el poli que aparcaba mal. Pues vale. A otra guerra". En Facebook, la cuenta de Democracia Ourensana se explayó: "Un policía corrupto (con una sentencia de 2 años de cárcel por falsificación de multas) aparca habitualmente de forma ilegal en el pabellón. Un concejal de DO, Jácome, le llama la atención y se pone delante de su coche hasta que venga la policía local. El policía hace caso omiso y mueve su coche de forma temeraria, de modo que el alcalde retrocede hasta que el poli se va con el coche. El juez ve empate técnico y absuelve a ambas partes. Pues vale. A otra guerra".

También ayer, la junta de personal del Concello de Ourense exteriorizó su malestar con el regidor. Por unanimidad de sus 17 miembros en una reunión celebrada el viernes 13, el colectivo muestra "o seu absoluto rexeitamento e repulsa ás constantes e ofensivas declaracións, acusacións e difamacións do alcalde cara todos os traballadores desta administración, que dependendo do servizo son vertidas con maior ou menor grado de inquina".

Los funcionarios instan a Jácome a que "en primeiro lugar cese nos seus continuos ataques cara os que hoxe son os seus traballadores, e en segundo lugar faga unha rectificación pública das reiteradas agresións manifestadas tanto en medios de comunicación como en redes sociais". Además, la junta de personal mira al PP, socio de gobierno en Concello y Diputación. Emplaza a los populares a manifestar su parecer sobre "os improperios do alcalde cara aos que ata non fai moito foron os seus traballadores". Con este motivo, los representantes sindicales han solicitado una reunión con el grupo municipal del PP para que se pronuncie, y para conocer su postura acerca de las cuestiones laborales que deben pasar por la mesa de negociación.

La sentencia sobre el incidente del pabellón exonera a Jácome de un delito leve de coacciones, junto al exconcejal Ucha. El juez absuelve al agente, Nemesio G. M., de un supuesto delito leve de lesiones en grado de tentativa.

Jácome salió al paso del municipal cuando este iba a marcharse del pabellón tras haber aparcado mal, en un vado. "Actuando con la finalidad de recriminar la infracción del policía y dejar constancia pública de su actuación, procedió a abordarlo, afeándole su conducta e intimidándolo para que no abandonase el lugar hasta que llegase una patrulla de la policía local para que lo denunciase (...) colocando incluso las manos sobre el capó, diciéndole "no me toques", al tiempo que instaba a un cámara de la cadena Auria Tv para que grabase el incidente", dice el juez. Ucha exigía lo mismo, "colocando su pie izquierdo frente a la rueda delantera izquierdo, momento en que el conductor, al realizar una maniobra para ausentarse, pasó por encima de su empeine".

Un edil no sanciona el tráfico

El magistrado dice que los hechos "no se consideran merecedores de reproche penal". No cabe desobediencia, porque el policía estaba fuera de servicio y "la condición de concejales de los denunciados tampoco les atribuía la condición de autoridad o ejercicio de funciones públicas de sanción o control del tráfico". Tampoco existe "intencionalidad del conductor en la causación de las lesiones, renunciando además el lesionado a cualquier indemnización". Que Jácome se plantase ante el coche e instase al agente a esperar no es delito. Obró sin "violencia o intimidación alguna, más allá de la vehemencia en las formas, a sabiendas además de que se estaban grabando los hechos, lo que redunda en la idea de que los denunciados pretendían la trascendencia pública".

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