Día grande en el santuario de Os Milagros. Todo listo para despedir y recibir a la virgen del camposanto de Baños de Molgas con la convocatoria a miles de devotos a acompañarla durante una mañana de ferviente devoción y de pasión religiosa.

Las primeras misas de la mañana todavía se celebraron a la luz de la Noche de las Antorchas y poco a poco los fieles iban juntándose en el recinto para huir del sol o acomodarse con sus sillas para coger el mejor sitio. Otros pagaban misas, recuerdos o buscaban la bendición de los objetos que traían para que los párrocos, y en especial, el rector José Manuel Villar le dieran la bendición.

El momento más álgido fue en la misa de 12.00 horas. Como cada año la más esperada y la más multitudinaria. La eucaristía empezó con un sol cegador, pero los devotos se fueron aclimatando a las altísimas temperaturas con el paso de los minutos.

Miles de fieles esperaban la salida de la imagen de la virgen de Os Milagros para cantarle, recitarle oraciones, pasarle algún pañuelo o tirarle pétalos. Salió de la iglesia para recorrer un camposanto abarrotado con un cántico al unísono: "Xa nos tes aquí, nosa naiciña do ceo, teu agarimo nos encha da ledicia de vivir. Nós vimos, nós vimos, moi ledos, moi ledos, para estar contigo".

Mientras hacía su habitual recorrido, los devotos también gritaban: "Viva la Virgen de Os Milagros, ¡Viva!". Un sonoro aplauso cerró la marcha que encabezaban los diferentes párrocos y miembros de Protección Civil para despedir la novena de la virgen que empezó el pasado día 30 y finalizó ayer con su día grande.

Durante toda la novena, según destacan desde el santuario, se cuentan por decenas de miles los que pasaron por Os Milagros, ya sea para acudir a misas o en peregrinación hacia el camposanto.

La fiesta continuó en su modalidad pagana con la exaltación de la gastronomía local, donde el pulpo y el churrasco fueron menú principal. También había puestos de mercadillo donde comprar cualquier "ganga".