Un año más la mítica bandolera Pepa a Loba sorprende con su llegada al Barrio de Flores de O Carballiño donde la esperaban cientos de vecinos y visitantes. Una vez al año la asociación organizadora de la feria de artesanía recupera esta figura de antaño de la que según testimonios, robaba a los ricos para ayudar a los pobres, y ayer lo hizo una vez más repartiendo vino y pulpo que obtuvo de la antigua Casa Gaspara, actualmente reformada, y donde su pandilla aprovechó para sustraerle un collar a una comensal.
La jornada de hoy empezó con la apertura de los puestos de la feria con exposición y venta de artesanías, siguió con demostración en vivo de viejos oficios, y un obradoiro de zocos y cestería. Y para quienes no conocen bien a este personaje femenino, hubo lectura de "La Juventud de Pepa a Loba", autoría de Aurelio Miras Azor.
Pero el gran momento fue la llegada de la bandolera y su gavilla. Lo hizo en un carro tirado por un caballo, acompañada de su séquito y se abrió sitio entre la multitud de público que se congregó en este emblemático y antiguo barrio de la villa.Este año la representación contó con los felos de Maside y la teatralización a cargo del nuevo grupo Dar Trela. Durante su recorrido hasta la fuente de Flores fue interceptada por un grupo de artesanos que se le manifestaron su preocupación por las bajas ventas.
La jornada prosiguió con cantares de cego y la feria de artesanía con diversos productos.
