El Concello de Ramirás transporta en camiones cisterna 120.000 litros de agua al día, para un depósito municipal, con la finalidad de abastecer a las parroquias de Paizás, Picouto, Mosteiro y parte de Vilameá, en las que residen cerca de 200 personas. La alcaldesa, Isabel Gil, explica que han tenido que adoptar esta medida, por la presencia de arsénico, detectado a partir de una llave de paso que sale de un depósito en el que se acumula el agua procedente de la segunda minicentral del río Tuño, en Santa Eufemia (Celanova). Y recalca que este problema "se repite todos los veranos, desde hace seis años. Cuando baja el caudal del agua, el arsénico se concentra y aparece por encima de los niveles aptos para el consumo".
Isabel Gil considera que la solución pasa porque los propietarios de la minicentral y la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil realicen "una limpieza a fondo del punto de captación, del canal de traslado y del depósito en el que se acumula el agua para el suministro de varias parroquias del Concello de Ramirás". Recuerda que la construcción de la infraestructura se realizó hace 25 años, por parte de los propietarios de la minicentral, y "nunca se procedió a la limpieza de la misma".
Ramirás cuenta con otra red de suministro, formada por traídas vecinales, a la que no le afecta el problema del arsénico. Pero la alcaldesa llama la atención sobre un aspecto desconcertante, puesto que el agua que llega a la depuradora municipal, de la segunda minicentral de Santa Eufemia, tiene dos salidas. "La que sale por una llave de paso para el suministro de Picouto, Mosteiro y Vilameá está bien, y la que sale directamente de la depuradora, por otra llave de paso, para Covelas, Villariño, Vilagarcía y Corredoira está mal. No sabemos si el problema está solo en esa llave de paso, o en alguna otra parte del sistema de captación y conducción de agua".
