La climatología que se vivió durante el mes de julio y la actividad de los concellos en la defensa contra los incendios propició que en la provincia se registrasen pocos incendios. En Maceda, Rubén Quintas, señala que solo hubo un par y eso era porque "andaba un vecino suelto". Una situación que acabó al pasar a disposición judicial el presunto incendiario. La mayoría fueron conatos, pero los alcaldes consultados se preocupan por las temperaturas que están apareciendo y no quieren que septiembre se vuelva un "mes negro" como sucedió en octubre de 2017. Entienden que las labores de prevención se deben acelebrar para evitar desastres naturales y problemas ambientales después de la tregua del mes de julio.