'Baila, Baila' es el nuevo disco del músico ourensano Manuel Carballo, el quinto en su carrera, en el hay mucho de nostalgia, desde la carátula en la que aparecen sus padres bailando hasta nuevos temas como 'Yo me quedo aquí', en los que resurgen las vivencias personales. "En estos momentos me encontraba bien y dije: que el futuro no venga a buscarme que yo me quedo aquí"', apunta Manuel. Este nuevo trabajo discográfico fue grabado en los estudios de Tooma de Esgos (Ourense) y producido por el propio Carballo y el percusionista ourensano David Outumuro.

Múltiples estudios sobre la enfermedad del alzhéimer apuntan a que la música es lo último que un enfermo neurodegenerativo olvida. El músico ourensano recogió el testigo de los estudios científicos y quiso rendir homenaje a estos pacientes y a sus familiares con la canción que da título al disco:'Baila, Baila'. "Se me ocurrió una melodía, la silbo al principio y al final de la canción para que la gente enferma de alzhéimer la recuerde, que no importe tanto la letra pero que sí recuerdes la melodía", destacó Manuel Carballo.

"Yo imaginé la letra a través de esa persona que siempre está riendo como si te conociese, pero que en realidad no sabe quién eres", añade. Todo el disco está orientado hacia los enfermos y familiares de los enfermos de alzhéimer. "La música y esta enfermedad tienen una relación extraña, poderosa y fascinante", asegura. El ourensano quiso mantener viva la identidad de muchos pacientes que poco a poco ven como se borran todos los recuerdos de su vida pasada y presente con el paso de un tiempo que corre en su contra. "Una letra pensada en una persona que está hablando y mirando", dice Carballo. "Es una música llena de ritmo que desbloquea recuerdos y capacidades cognitivas hasta envolverlos en un océano de maravillosas emociones", apunta. La temática social no suele protagonizar las canciones del ourensano aunque "si alguna asociación nos pidiese que creásemos alguna canción, nos lo podríamos plantear", afirma.

El nuevo disco se está presentando en conciertos acústicos a lo largo de la geografía ourensana. "El 24 de agosto estamos en las fiestas de Trives porque la alcaldesa apostó por hacer unas fiestas sin orquestas, solo con grupos de la tierra", destaca.

Los ritmos que han llenado la vida de Manuel Carballo proceden del otro lado del Atlántico. El folk americano, el country o el blues han sido los modelos del ourensano a lo largo de sus más de 30 años de trayectoria profesional. "Mi hermana mayor escuchaba música de los años 60 y 70 que era de influencia americana y, además, a mí desde pequeño me gustaban las películas de vaqueros cuya banda sonora era de Ennio Morricone", recuerda Todas las influencias de la infancia provocaron que, hoy en día, el músico reproduzca el estilo tradicional americano "a la hora de coger la guitarra o el banyo, aunque escucho también otros estilos de música pero ese es el que me sale a la hora de tocar", concreta Manuel Carballo.

Ourense, difícil para la cultura

El músico regenta una tienda de guitarras en la capital de Ourense y da clases de guitarra y lenguaje musical, actividad con la que obtiene el "90% de los ingresos". Asimismo, fue el propietario del bar Jam Session, en el que paraban varios músicos que estaban de "gira por España y Europa". "Era un bar pensado para los músicos y en el que ellos estaban muy cómodos allí, pero es una ciudad difícil para la cultura musical", lamenta Manuel.

Critica la falta de apoyos y la escasa "cultura de pago por la música" que se extiende entre los ourensanos. "En Escocia, por ejemplo, tienen música en directo en los bares en vez de tener hilo musical, pero aquí es muy difícil vivir de la música".

Durante el año, el músico ourensano combina su faceta de empresario con los conciertos que le van saliendo en salas de Galicia y España. "En verano, solo estamos haciendo acústicos porque las salas tienen que reajustar sus agendas y hasta septiembre no se empieza", declara. "A nivel económico en las salas vas a taquilla y no siempre lo que recaudas te llega para cubrir los gastos", ilustra Manuel.

Poco a poco, el gallego y su banda quieren abrir nuevos horizontes para llegar a nuevos públicos. "Ahora quería entrar en lo que es el mercado portugués porque el estilo de música que hago encaja bastante en las salas de Portugal", vaticina el ourensano. Para futuros proyectos quiere seguir la línea de los ritmos americanos y crear nuevas canciones en inglés. "De cara a los siguientes discos me está apeteciendo irme a un blues más tradicional o un estilo más sureño", comenta Manuel Carballo. "La verdad es que he ido cambiando bastante desde el primer disco, que era más folk y de country americano, luego me metí más con el blues y un poco más al rock americano y luego ya me fui quedando en un pop-rock americano", explica.

Dejar recuerdo en la música

A pesar de los más de treinta años que lleva en la música, el ourensano quiere seguir trabajando en este ámbito y rodearse de amigos como los que le han acompañado hasta ahora por el camino profesional. "Me quedo con la experiencia, con haber conocido a grandes amigos como David Outumuro que es el batería de la banda y lo conocí en el primer disco. También, me quedo con Marcos Vázquez ,con quien grabé los tres últimos discos", comenta Carballo.

Asimismo, el ourensano destaca el compañerismo entre artistas de su mismo gremio, "que a día de hoy me llaman para que toque con ellos, como hace poco lo hizo Ramoncín, lo que para mí es un honor". La música le ha permitido crear amistades y poder tocar con muchos profesionales de fuera de España. "Me quedo con las amistades y con la experiencia adquirida porque gracias a eso pude compartir escenario con muchos de los grandes", destaca Carballo.

La música ha dejado huella en Manuel Carballo y, con su nuevo trabajo discográfico, el ourensano pretende quedarse en la memoria de todos aquellos que lo escuchen y disfruten. "De este disco destacaría la canción 'Baila, Baila', y me quedaría con su significado. Todo un homenaje a los enfermos de alzhéimer y a sus familias para que la música les permita recordar", dice Manuel.