Daniel Romero tiene 87 años y saca de su bolsillo un 'smartphone'. "Utilizo el teléfono principalmente para hacer llamadas, aunque también uso el WhatsApp para hablar con mis hijos y mis nietos". Ante la pregunta de cómo empezó a manejarse con la aplicación contesta: "Aprendí a usar el WhatsApp de la misma forma que empecé a caminar. Vives en este ambiente en que todo son móviles por todos lados y te tienes que adaptar". Aunque admite que al principio era reacio a la idea de tener un teléfono, fue su hijo el que lo convenció: "Yo no quería móvil, pero fue mi hijo quien me lo trajo y el que me enseñó un poco los pasos básicos al principio".

Este ourensano hace fotografías con su dispositivo y lee la prensa, aunque esta última actividad prefiere hacerla con el Ipad. "La verdad, es que si me pongo a pensar uso más el Ipad que el teléfono móvil. Me gusta leer la prensa a través de la tableta, pero también busco artículos científicos".

Quiere lanzar una advertencia a los jóvenes que "están adictos al teléfono móvil, es que para ellos se ha convertido en una patología. Ves a gente comiendo que ni se habla en los restaurantes. ¿Qué es eso? Yo es que no lo entiendo".