Ourense recurría a refrigeradores naturales y aliviaba su asfixiante verano importando el frío que venía de las entrañas de la montaña. Durante al menos tres siglos, entre el XVI y el XIX, la ciudad se abasteció del hielo acopiado en las denominadas 'casas da neve', pozos que funcionaban como neveras situados en la cumbre de Cabeza de Meda, donde confluyen los municipios de Nogueira de Ramuín, Esgos, Xunqueira de Espadanedo y Parada do Sil. Allí tenían sus depósitos de hielo para el verano el ayuntamiento y el Cabildo catedralicio, entre otras instituciones de la capital más cálida del noroeste de España, incluso de todo el país en varias jornadas de cada verano, con la excepción de este, en el que van ya 18 días entre julio y agosto con máximas por debajo del promedio histórico de un periodo de 47 años.

El Archivo Histórico Provincial tiene legajos que acreditan el uso de antaño de la nieve de la montaña como un alivio para el sofoco estival, que ya entonces se prolongaba más allá de la duración de la estación que estipula el calendario. Ourense, año 1751: "Desde el día 6 de junio hasta el 4 de octubre se han consumido sesenta y cinco cargas de nieve, que importaron setecientos cincuenta y siete reales".

El ayuntamiento llevaba un registro de la nieve importada de Cabeza de Meda, al detalle. En aquel año se distribuyó en dos puestos de venta. Las cuentas documentadas incluían el valor del hielo así como los gastos de carretaje y de la venta. El resultado, un saldo negativo de cincuenta reales para el consistorio de la ciudad.

Pozos profundos

Según explica el Archivo Histórico, el hielo que se traía de la montaña era el recurso más efectivo para mitigar el calor del verano antes de que hubiera aparatos de refrigeración eléctrica. Se elaboraba acopiando, apisonando y compactando la nieve invernal en pozos profundos, conocidos como neveras, con una estructura de entre 4 y 8 metros de diámetro, construidos para ese fin en zonas altas.

Durante los meses de primavera y de verano, el hielo se cortaba y transportaba, ya fuera para el consumo propio de los propietarios de esas 'casas da neve' o para su comercialización en el ámbito urbano, donde las temperaturas llegan a los 40 grados, o más. El refrigerante natural era "un producto de luxo destinado aos grupos privilexiados, que se utilizaba para a conservación de alimentos, para usos medicinais e para a elaboración de bebidas refrescantes e xeados", señala el Archivo Histórico Provincial.

Impuestos por la venta

Este organismo conserva, en el fondo documental del Concello de Ourense, archivos que explican la gestión de la nevera municipal, así como la distribución y la venta del hielo en la ciudad. Entre estos papeles están, además de las cuentas "de la nieve que se consumió" en un año, precios de la venta del hielo, los helados y las bebidas refrescantes, e incluso información sobre la percepción de los impostos con los que se gravaba la distribución.

En los últimos años, concellos como Xunqueira de Espadanedo o Parada do Sil acometieron inversiones para rehabilitar y poner en valor sus 'casas da neve', por la importancia cultural, etnográfica e histórica de estas construcciones.