Ana Belén Penido sujeta a su bebé mientras confiesa: "Menos mal que mi marido no es enfermero". La situación del colectivo se humaniza cuando pones los pies en el suelo: "El conselleiro de Sanidad debería ver cómo vivimos desde cerca, no desde un despacho, allí no se ve bien nuestro problema. Encerrado no ves la realidad del día a día de las enfermeras". La profesional sanitaria admite que "estamos cansados y vemos que no mejora, que las oposiciones se convocan cada cinco años y que no sacan los puestos vacantes estructurales porque no les interesa". Y completa: "Si no les saliera rentable tenernos así no nos tendrían".

El caso de Ana Belén es conocido entre el grupo ourensano del colectivo. "Conciliar la vida laboral con la personal o la social es muy complicado. Yo me casé y no me dieron 15 días libres por casarme, te dejan darte de baja esos días para que te vayas de luna de miel, pero claro, no cobras ni cotizas y las demás van sumando puntos. Otra situación por ejemplo fue que después del parto cogí los 40 días obligatorios de baja maternal, el resto se la cedí a su padre para no perder puntos y, desde entonces, no he parado de trabajar. Afecta en tu vida diaria. Estar con tu pareja es complicado y organizar unas vacaciones es imposible. No sé lo que son unas vacaciones, llevo 12 años sin ellas. Además, durante el día dependes de la guardería, que por ejemplo, en el mes de agosto está cerrada. Y entonces tienes que preguntar a los abuelos y abuelas si están disponibles para poder cuidar de tu hijo para que tú puedas ir a trabajar". Ante la pregunta de cuántos contratos lleva en su vida laboral admite que "no lo sé, ya perdí la cuenta en los 12 años que llevo".