La Policía lo auxilió tras ver cómo se resbalaba y se golpeaba contra una pared, y la Policía lo detuvo como presunto autor de un robo con pistola a un repartidor de comida a domicilio en moto. O. A. V. A., vigués de 41 años, fue identificado en ese momento por la víctima, que discretamente dijo a los agentes que ese hombre al que ayudaban era el que lo había atracado a él. La magistrada de guardia dictó ayer su puesta en libertad provisional, con una medida de alejamiento del perjudicado. A un testigo, desde un balcón, le pareció ver un arma empuñada por un hombre con una gorra, pero la pistola no ha aparecido y se desconoce si era real o figurada la que el atracador esgrimió contra el motorista repartidor de comida.

Con antecedentes similares

El detenido tiene antecedentes por robos violentos por los que pasó tiempo en prisión. En todo caso son hechos de hace una década y sus antecedentes quedarán cancelados en un año, informaron fuentes del caso.

Las mismas voces precisan que, si bien tras el incidente de la caída, la víctima que pasaba por el lugar identificó al atracador, en un primer momento dijo que el asaltante no tenía tatuajes, pero el investigado luce varios. Estas circunstancias, el relato de la víctima, la imposibilidad del testigo del balcón de identificar con claridad al sospechoso, así como que el arma no haya aparecido, explicarían que no se haya adoptado la prisión preventiva. Con todo, O. A. V. A., que con este caso suma ya 13 detenciones en su historial, sigue investigado y tiene prohibido acercarse a la víctima.

Esta acudió a comisaría la noche del 6 de agosto, sobre las 23:30, para denunciar que mientras estaba realizando el reparto en motocicleta, el atracador se acercó a él con una pistola y le apuntó exigiéndole el dinero. Contestó que no tenía, pero el individuo le introdujo la mano en los dos bolsillos y le arrebató el dinero de los cobros, un total de 230 euros en billetes.