En Galicia los problemas asociados a la gentrificación o la proliferación masiva de alquileres turísticos en los principales núcleos urbanos se aprecian más en los telediarios -en noticias en Madrid, Barcelona u otras capitales europeas, como Berlín- que en la propia calle. Pero en cambio sí existen edificios muy bien ubicados en los centros históricos que, lejos de contar con una comunidad de vecinos al uso, están cooptados por apartamentos que se ofrecen por Internet a los turistas.

En Vigo hay constancia de algunos ejemplos. Un repaso por el registro de la Xunta es suficiente para comprobar algunos ejemplos de varios pisos registrados en un mismo edificio. Ocurre así, por ejemplo, en un inmueble situado en plena avenida García Barbón, en el número 73, que figura en el conocido portal de reservas Booking. com. En el REAT aparecen hasta 17 pisos anotados dentro de este inmueble, que van desde la primera planta hasta la novena. En Porta do Sol sucede algo similar. En el número 8, en un enclave privilegiado para acceder al casco histórico, se dan un total de diez viviendas registradas. En el mismo número, en Internet, se anuncia una empresa de apartamentos denominada Alda.

Y hay más. En el 22 de la rúa Cristo; en el 38 de la Gran Vía, en el 4 de la rúa Victoria, en el 39 de Pi i Margall... Así, hasta rozar casi una decena con varios apartamentos inscritos.

En la lista de curiosidades se puede introducir también la posibilidad de alojarse en un histórico edificio del centro. En concreto, se trata de El Moderno -en tiempos un hotel- diseñado por el arquitecto Michel Pacewicz, todo un emblema en la ciudad. En Booking se anuncia, en el mismo número 1, un apartamento muy bien valorado por los usuarios (9,2 de nota media; 10 de ubicación). Para este fin de semana ya ha colgado el cartel de completo.

De igual modo, en el REAT figuera un apartamento que comparte edificio con el hotel Bahía. A partir de la décima planta, existen viviendas privadas en las que todavía residen una treintena de vecinos. La mitad son propiedad del Bahía, pero un apartamento en el piso 16 engrosa la oferta de viviendas de uso turístico.

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