Los datos provisionales de ocupación en los establecimientos hoteleros de Ribeira Sacra, durante el pasado mes de julio, registran un incremento medio del 11% frente a los del mismo mes del año 2018, lo que avala un imparable despegue de ese entorno natural e histórico que comparten las provincias de Ourense y Lugo como destino vacacional, y en especial tras el aval que ha supuesto la reciente aprobación de su candidatura, para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Los datos hechos públicos ayer por el Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra, correspondientes a este pasado mes de julio, muestran que la ocupación en los hoteles de 3 y 4 estrellas fue del 80 %, lo que supuso seis puntos más que en julio de 2018.
La mejora también se produjo en la ocupación de las plazas de turismo rural, que fue del 77%, es decir un 6% más en relación a julio de 2018 . De esos datos sale esa ocupación media de once puntos más, que mejor incluso las había hecho el propio Consorcio de Turismo Ribeira Sacra.
Son datos provisionales, pero nuevamente "registramos una importante mejora en relación al año anterior pese a que el mes de julio de 2018, al igual que aconteció este año, no tuvo como punto a favor la estabilidad meteorológica y eso, inevitablemente, influye en los resultados de ocupación", indica la responsable del consorcio de Turismo Alexandra Seara.
La historia, el paisaje y la gastronomía siguen al alza este verano como reclamos de la Ribeira Sacra,pues los hosteleros prevén para el mes de agosto, un 85% y lleno en algunos casos, si se repite la tónica del año anterior.
