Tras años de espera en Ourense, la construcción de un Centro de Atención a Personas con Discapacidad (CAPD) ya tiene fecha. La conselleira de Política Social, Fabiola García, presentó ayer el proyecto definitivo que se ubicará en terrenos cedidos por el Concello de la capital en Barrocás y anunció que este mismo lunes la Xunta ha solicitado la licencia municipal de obra y que en septiembre se publicará la licitación en el Diario Oficial de la Unión Europea, previa aprobación por parte del Consello da Xunta.

Siguiendo este calendario, las obras empezarán en el primer cuatrimestre de 2020 y dado que el plazo de ejecución es de 18 meses, el ansiado CAPD podría estar operativo a finales del año siguiente. Su construcción da respuesta a la demanda de las familias que llevan años exigiendo un centro público de atención especializada para sus hijos cuando llegan a la edad adulta. Ourense es la única provincia gallega que carece de esta infraestructura, por lo que el servicio se cubre a través del concierto de plazas con centros de titularidad privada.

Fabiola García presentó el proyecto en la delegación territorial de la Xunta, acompañada por la delegada Marisol Díaz Mouteira y la concejala de Política Social, Eugenia Díaz Abella, entre otros responsables políticos y técnicos. Pero antes de entrar en detalle reconoció que el desarrollo de este compromiso adquirido con las familias ourensanas lleva retraso y pidió disculpas reiterando que la intención de su departamento fue, "desde el minuto uno, elaborar un proyecto a la altura de las necesidades de las personas con discapacidad".

El centro, ubicado en una parcela de casi cinco mil metros cuadrados en el barrio de Barrocas, tendrá 110 plazas, de las que 80 serán residenciales y 30 destinadas a centro de día. Con esta dotación, apuntó la conselleira, Ourense incrementará en un 35% el número de plazas públicas que se ofertan en la ciudad, hasta llegar a las 426.

La inversión prevista asciende a 5,5 millones de euros y que lleva asociada creación de 46 nuevos puestos de trabajo.

El objetivo es que esta actuación, indicó Fabiola García, "responda a las expectativas y a las necesidades de las personas con discapacidad y de sus familias". Con esta finalidad, recordó, se modificó el emplazamiento previsto inicialmente en Mariñamansa y se aumentó el tamaño, ya que en un primer momento se plantearon 80 plazas.

El proyecto presentado ayer es obra del estudio de arquitectura Iglesias Veiga, que resultó ganador del concurso de ideas convocado para definir el diseño. La conselleira explicó que su departamento recibió el diseño hace dos semanas y que la licitación, comprometida para el pasado mes de mayo, se ha visto retrasada precisamente por las complejidades surgidas durante la elaboración del diseño que alargaron el tiempo de trabajo previsto por los arquitectos. "Es un proyecto muy complejo a nivel técnico", indicó.

La intervención propuesta, tal y como explicaron ayer, abarca una superficie total de aproximadamente 5.700 metros cuadrados, de los cuales unos 4.500 son útiles. Se actuará también sobre el entorno de la parcela y se incluirán zonas verdes y de aparcamiento.

El diseño elegido opta por un edificio escalonado para adaptarse mejor a la pendiente que tiene el terreno y minimizar las excavaciones. De hecho, explicaron, el inmueble se asienta sobre la parcela en forma de peine, lo que genera patios abiertos y diferentes espacios a distintos niveles, favoreciendo de este modo una buena iluminación y ventilación.

Tres usos

En cuanto a la distribución del edificio, la propuesta establece tres niveles de usos diferenciados. Los inferiores, destinados a zonas de instalaciones y de trabajo para el personal del centro, como la cocina, el comedor y otros servicios.

En el nivel intermedio se sitúa la mayor parte de las actividades que tendrá el centro de día, dirigido, como se dijo, a un total de 30 personas con capacidades diversas. Los niveles superiores son los que contienen la zona residencial.

Asimismo, la Consellería de Política Social destaca que las soluciones constructivas y estructurales escogidas tienen como finalidad reducir la demanda energética.