Compromiso por Galicia defenderá el día 27 una moción en el pleno del Concello de Punxín para que gestione ante la Xunta de Galicia la declaración de Espacio Natural Protegido del tramo del río Barbantiño que va desde la catarata de O Cachón hasta su desembocadura, al ser una zona de gran importancia natural y paisajística.

El concejal de CxG en Punxín, Eladio Fernández, asegura que se trata de una iniciativa medioambiental que abarca no solo a este concello sino a toda la comarca, y la considera como la más importante de los últimos años que se va a proponer en esta comarca. Pretende convertir en zona protegida natural 145 hectáreas de terreno, a lo largo de 4 kilómetros del río, a ambos lados del cauce. Asegura que esta declaración está basada en aspectos sociales, pero también legales porque está recogida en la Ley 9 de 2001 de Conservación de Naturaleza, y este caso "cumple lo que exige la legislación".

Destaca que los países europeos, sobre todo nórdicos, ya se encargan ellos de velar por los intereses naturales, una cultura que lamenta "aún no existe aquí en los ambientes políticos para cuidar nuestro patrimonio".

Así, el primer paso es presentar esta moción, y también se hará una solicitud a la mesa del parlamento que será defendida en la comisión correspondiente, y se quiere implicar a los vecinos a través de la recogida de firmas en Punxín y concellos limítrofes. Asimismo, tiene previsto convocar a un reunión a los alcaldes que limitan con esta zona, Cenlle, Amoeiro, Ourense, Maside y, por supuesto, el de Punxín.

Apunta que los valores a proteger son muy importantes porque no se trata de solo un río con agua sino que en los últimos cien años este cauce dio vida y "sacó mucha hambre a la gente". Señala se creó la primera central hidroeléctrica siendo la que primera en dar luz a Punxín y alrededores, por lo que "tiene un valor social", y que en un espacio de un kilometro tiene más de 25 molinos de donde salía la harina para el pan. También comprende varias pesquerías por el paseo del río para los pescadores, y tiene aguas termales sin explotar, sobre todo cerca del río Miño donde salen calientes.

Dice Fernández que el río Barbantiño tiene vida, cultura, una fauna extraordinaria, flora, y el que el Estado ya invirtió allí más de un millón de euros en paseos de más de tres kilómetros a ambos lados que lamenta ya están abandonados.

Apunta que el espacio natural de esta zona es de las más bonitas de la provincia, y "se debe cuidar, para estudiar, tener cultura, respetar nuestros antepasados, y que siga produciendo plusvalías porque puede ser un centro de atracción turística y seguir dando de comer mucho más incluso que antes porque hay mucho más turismo".