El alcalde Gonzalo Pérez Jácome anunció ayer la puesta en marcha, de manera inminente, de un "plan de choque urgente" en materia de personal. Así lo había avanzado a los pocos días de tomar posesión como regidor pero le faltaba contar con el organigrama completo de la consistorial para analizar en qué situación se encuentra cada departamento y qué incorporaciones son las más urgentes para desbloquear el Concello: "La necesidad es absoluta porque el Ayuntamiento está paralizado por falta de personal".

El organigrama refleja una cifra total de 682 trabajadores municipales, a los que habría que sumar los 50 asignados al pabellón de Os Remedios. Muchos están al borde de la jubilación y escasea el personal de perfil técnico. Además, denuncia Jácome una "descompensación" con secciones con mucho trabajo y poco personal, y otras con menos carga pero más empleados.

Para revertir esta situación de forma inmediata mientras en paralelo se activan los mecanismos para implementar un Plan de Empleo, el alcalde avanzó ayer los detalles de un nuevo guión que implica la incorporación inminente de un centenar de trabajadores.

Así, el déficit de plazas en Policía Local y Bomberos se cubrirá de forma temporal a través de comisiones de servicio para sumar entre 15 y 20 agentes y entre 7 y 10 efectivos de extinción de incendios que, explicó, "pueden venir de otros ayuntamientos". En este caso, la incorporación podría producirse ya en octubre y sería por un año prorrogable a dos, "el tiempo que nos llevaría sacar adelante el plan de empleo con 40 plazas para la Policía Local y 15 para Bomberos", matizó Jácome.

La necesidad de personal técnico de alta cualificación se cubrirá en el plazo de cinco meses mediante la "contratación masiva" de profesionales ingenieros, arquitectos, abogados e informáticos. "Interinos temporales que pueden quedarse tres años", indica Jácome, y que se incorporarán al Ayuntamiento a través de la fórmula del "contrato programa" que, explicó el regidor, "es similar al contrato de obra en la empresa privada; nosotros tenemos que decir qué proyectos queremos hacer, justificar el objetivo y así se permite contratar". En el plazo de un mes, avanzó, está prevista ya la entrada de "tres jurídicos y algún arquitecto por las actuales bolsas de interinos, pero son muy escasas".

La idea de Jácome es contratar por este procedimiento a 15 ingenieros, 15 arquitectos, 15 abogados y 10 informáticos. Estos últimos, precisó, no trabajarán en el futuro Centro de Inteligencia Artificial, aunque sí tendrán vinculación con los proyectos que allí se desarrollen ya que, explicó el alcalde, "queremos convertir el Ayuntamiento más oxidado de España en el más automatizado", y esto será a través de sistemas que se desarrollen en dicho centro de aplicación a la gestión en el ente local: "En la UNED están convencidos de que podemos innovar en la aplicación de la inteligencia artificial al servicio municipal", apuntó el regidor.

Una tercera vía para la dotación inmediata de personal es la contratación de 13 trabajadores eventuales hasta completar el máximo de 27 que permite la ley. El gobierno buscará un perfil técnico también para estos empleados, que se dedicarán a supervisar la tramitación de los expedientes: "Hemos visto que muchos se atascan y necesitamos ojos que detecten por qué y pidan responsabilidades". Se prevé que este bloque de trabajadores entre a finales de agosto.

El portavoz de DO, Miguel Caride, avanzó que pronto saldrá a concurso la plaza de director general de Recursos Humanos, y es posible que se convoquen otras 4 o 5 similares en el futuro, según las necesidades que presenten otras áreas.

El estudio del cuadro de personal, asegura Jácome, ha destapado curiosidades como el hecho de que personal de Jardines esté realizando trabajo administrativo en otras secciones. También ha llamado la atención del gobierno local que en secciones como el Rexistro Xeral, "donde hay colas todos los días, ha habido hasta peleas e incluso ha tenido que intervenir la Policía Local", haya dos funcionarios y en Cultura, por ejemplo, 29 personas. La existencia de departamentos con pocas personas en los que se atasca el trabajo exige un "reequilibrio" inmediato.