La Policía Local de Ourense tiene 79 policías de escala básica de los 124 que establece el catálogo. En el nivel de mando hay 5 vacantes de oficial y 3 de inspector. El lunes se presentan 9 agentes en prácticas, pero que solo van a estar mes y medio durante la formación, antes de volver a la academia y un posterior regreso para finalizar su preparación a finales de año. La falta de efectivos preocupa al alcalde, Gonzalo Jácome, que en la junta local de seguridad celebrada ayer hizo "un llamamiento" a la Policía Nacional y la Autonómica, cuerpos que acusan su propio déficit, "para que aporten más efectivos en seguridad ciudadana" y la Policía Local pueda ocuparse a otras funciones como tráfico. Como una medida para paliar la escasez de agentes, el regidor pedirá a la jefatura la supresión de la oficina de denuncias, con la intención de liberar a 3 agentes de un servicio "duplicado" con el de la comisaría. Habrá una reunión "próximamente" con el subdelegado del Gobierno, Emilio González, la jefa de la Policía Local, María Barrera, y el comisario, Juan Carlos Blázquez, para "revisar el convenio marco y suprimir la duplicidad de funciones", derivando a los tres policías locales de la oficina a "funciones de la ciudad". También se discutirán otras vías de cooperación, como en el seguimiento de violencia de género.
Jácome asegura que "lo ideal" sería contar con 150 municipales, pero una incorporación masiva con oferta pública tardaría "casi dos años". La comisaría recibe en unos días una inyección de oxígeno. Llegarán finalmente 12 agentes en el concurso de traslados y otros 10 en prácticas (estos, durante un año). "Esto aliviaría un poco", dice el alcalde, aunque en verano la plantilla efectiva de la Nacional, que dispone de menos de 200 efectivos de un catálogo de 242, cae en un tercio por los turnos de vacaciones. El comisario recuerda que la cooperación entre policías "es real y está pasando todos los días". El mando aboga por "delimitar las competencias", aunque se muestra dispuesto a asumir la oficina única de denuncias, que funciona las 24 horas en la comisaría. "No vamos a arreglar por esa vía, al 100%, el problema de personal, pero es intentar hacerlo un poco más eficiente, ese es el objetivo". El subdelegado González garantiza "colaboración institucional" .
La junta de seguridad local también abordó ayer el plan de seguridad de verano, con el que se pretende evitar la actuación de bandas itinerantes de asaltantes de pisos, así como el control de eventos multitudinarios como las fiestas y -ya en el rural, ámbito de la Guardia Civil- la vigilancia del Camino.
Asimismo, las autoridades y manos policiales abordaron las quejas vecinales por la presencia de un grupo de personas en el parque San Lázaro que se citan a diario para charlar y beber en los bancos próximos a la estatua y la parada del autobús. El alcalde admitió que "es un foco conflictivo" pero que , "no se plantearon actuaciones especiales ni llamativas. Se trata es de ir mitigando el problema poco a poco".
El comisario criticó que la semana pasada se zanjara con una conformidad de 3 meses un incidente violento de dos varones de ese grupo en la zona infantil, donde incluso uno de ellos sacó el pene. Blázquez aboga por "buscar vías alternativas: qué hace esta gente, qué vida lleva, de dónde sacan los recursos. A lo mejor las administraciones públicas tienen que decir algo ahí", mirando a la Xunta y al Concello.
El subdelegado apuesta no solo por la vigilancia policial sino también por una asistencia "humanitaria" y social. "Es gente problemática. Es necesario no solo una acción preventiva o por posible delito, sino una acción coordinada con servicios sociales para sacarlos de esa marginalidad".
Repuntan hechos de internet
Por otra parte, el subdelegado considera que la situación de seguridad "es buena" pese a "algún repunte de delitos leves y menos graves que están surgiendo en internet".
