Casas todavía anegadas, construcciones derruidas, ríos desbordados, ramas arrancadas y el susto en el cuerpo. Así amanecía parte de Ourense después de las tormentas que sacudieron ayer lunes algunas comarcas de la provincia. Concretamente, la zona de Monterrei fue una de las más afectadas por las fuertes precipitaciones que dejaron un reguero de incidencias de diversa consideración.
En Infesta, Albarellos o Vilaza se vivieron momentos de pánico cuando el agua ganaba la batalla y las calles se convertían en improvisados cauces. El nivel del agua superaba la altura de las rodillas de los agentes de la Guardia Civil que evacuaban a vecinos atrapados por la riada. La fuerza de la corriente era tal que llegó a arrastrar a un hombre cuando intentaba escapar por sus propios medios. Una mujer encamada tuvo que ser rescatada. Incluso fue necesaria la presencia del helicóptero medicalizado. Y así un largo etcétera graves incidencias que tuvieron en jaque a la provincia. La noche fue larga, entre los trabajos hasta de la Guardia Civil hasta bien entrada la madrugada y el susto aún en el cuerpo. En O Barco fue necesario recurrir a una escavadora para rescatar a un hombre que, según cuenta a EFE, vivió un autentico calvario. "Me tuvieron que quitar porque entró el agua, y entró de golpe... Y arrancó la puerta y todo, y me cogió a mí dentro", contaba con el nerviosismo aún en el cuerpo por todo lo acontecido.
Las lluvias amainaron, pero tras de sí dejaban un panorama amargo: daños en viviendas, corrimientos de tierra, piedras y ramas, calles convertidas en lodazales -sin contar aquellas que aún están anegadas-, y cosechas de diferentes cultivos destrozas, especialmente viñedos.
Pero en la cara 'b', aquella a la que estos ourensanos se amarrarán para recomponerse, el balance positivo: no hubo que lamentar ninguna vida. También queda esa sensación de solidaridad y ayuda ante las catástrofes. Toca ahora, sienten los afectados, que ese apoyo se mantenga para reconstruir cuanto antes su hogar. En este momento servicios de emergencias, personal del ayuntamiento, Guardia Civil y Bomberos continúan trabajando en los puntos más perjudicados "para intentar devolverlos a la normalidad"
"Es insólito y dantesco"
Nadie recordaba en las zonas afectadas tormentas de tal virulencia. El río Rubín, que discurre desde Infesta, se desbordó por la carga de agua y el arrastre de tierra y piedras. Fue haciendo presas e incluso arrastró contenedores. El alcalde de Monterrei, José Luis Suárez ( PP), dice que la tormenta "fue un desastre. Los mayores del pueblo no recuerdan tal cantidad de agua en tan poco tiempo. Es algo insólito y las imágenes son dantescas. Estamos poniendo todos los medios a disposición: personal del Concello, de la Diputación, de emergencias, la Guardia Civil, el subdelegado me ofreció colaboración...", enumera. "Hay muchos daños en viñedos y huertas pero sobre todo en las infraestructuras del ayuntamiento, en Salgueira, Infesta, Albarellos, Guimarei e Vilaza". En este momento servicios de emergencias, personal del ayuntamiento, Guardia Civil y Bomberos continúan trabajando en los puntos más perjudicados "para intentar devolverlos a la normalidad"
Asimismo, Suárez ha explicado que los técnicos están intentando "evaluar los daños registrados", principalmente "en viviendas y el resto de infraestructuras básicas", dado que el agua caída también provocó cortes de luz.
