Los pacientes con obesidad mórbida de la provincia ya no tendrán que trasladarse a otros centros hospitalarios para someterse a un tratamiento completo de su enfermedad, ya que el Hospital Universitario de Ourense acaba de incorporar a su cartera de servicios la Cirugía Bariátrica.

Este logro se produce después de meses de intenso trabajo en los que los profesionales del área sanitaria han establecido un protocolo integral y de consenso para dar respuesta clínica a esta afección. La obesidad es una enfermedad crónica con una prevalencia en Galicia del 30%, especialmente en los grupos de mayor edad.

El servicio funciona con un grupo de trabajo multidisciplinar integrado por especialistas de los servicios de Endocrinología, Digestivo, Psiquiatría, Anestesia y Cirugía que trabajarán de manera coordinada con la previsión de realizar al menos dos intervenciones quirúrgicas mensuales a partir de octubre.

El programa que se ha puesto en marcha en Ourense esta indicado para pacientes con un alto compromiso y adherencia al tratamiento, con edades comprendidas entre 18 y 65 años, con obesidad mórbida de tres a cinco años de duración, y un Índice de Masa Corporal igual o mayor de 40 kg/m2, o de 35 pero con patologías mayores asociadas como diabetes, hipertensión, dislipemia, enfermedad cardiovascular, apnea o problemas articulares graves.

La cirugía bariátrica comprende un conjunto de técnicas restrictivas aplicadas sobre el aparato digestivo para que el paciente adelgace, limitando la capacidad del estómago y, en consecuencia, de la ingesta. Para ello, existen distintos procedimientos aplicables en función de la obesidad o condiciones del paciente.

José Manuel Domínguez Carrera, referente a nivel gallego en el abordaje por vía laparoscópica de patologías esofagogástrica y uno de los cirujanos del equipo, explica que en Ourense se realizarán principalmente dos intervenciones por vía laparoscópica, la "gastrectomía tubular" y el "bypass gástrico". La primera consiste en reducir el tamaño del estomago, limitándolo a un tubo o manga. La segunda es una técnica mixta que reduce la capacidad tanto del estómago como del intestino, limitando la ingesta y la absorción de nutrientes.

Para Carrera, estas intervenciones no tienen mayor complejidad que las que se realizan habitualmente en Ourense en la Unidad de Cirugía Esofago-Gástrica de la que él es responsable. Para este especialista, "la complejidad reside en las propias condiciones del paciente", debilitadas por la obesidad y la presencia de enfermedades asociadas.

Desde el CHUO explican que el programa de cirugía bariátrica tiene como base central la intervención dietética y sobre hábitos de vida, y sólo cuando esta intervención médica no consigue los resultados esperados, durante al menos seis meses, se incluye al paciente en el programa, estableciéndose con él un "contrato" de compromiso para perder, antes de la intervención, un mínimo del 10% de su peso.

En aquellos casos en los que el tratamiento preliminar no consiga los resultados esperados, el hospital ofrecerá ayuda mediante la implantación de un balón gástrico por un período limitado. Este procedimiento que será valorado y realizado por el servicio de Digestivo.

El hospital advierte también de que al tratarse de una cirugía mayor, tiene sus riesgos, especialmente en pacientes con una salud debilitada, y muchas veces con enfermedades asociadas que pueden desaconsejar la operación o que presentan trastornos de conducta alimentaria, hábitos o adiciones tóxicas, que deberán ser evaluados por el servicio de Psiquiatría.

El grupo está compuesto por Leticia Gómez y Olalla Figueiredo, del servicio de Anestesia; José Manuel Domínguez, Celso Enríquez y David Iglesias, de Cirurxía Xeral; Eloy Sánchez, de Digestivo; Teresa Fernández y Cristina Guillín, de Endocrinología; e Ignacio Gómez-Reino e Isabel Rodríguez, de Psiquiatría.