Hace un par de meses, muy poca gente sabía quién era Gonzalo Pérez Jácome. Tras las elecciones del pasado mes de mayo, en las que acabó negociando con su supuesto enemigo hasta entonces, el Partido Popular de Baltar, para levantar el bastón de la ciudad de Ourense, es vox pópuli. Días después de consumar el "pacto con el diablo", el líder de Democracia Ourensana (DO) ya fue entrevistado en las televisiones nacionales -con un bronco tono ante Risto Mejide- y copó los memes de la gran mayoría de móviles gallegos. Quienes no situaban As Burgas en el panorama nacional, ahora ya saben sobradamente dónde quedan, cerca del también mediático Vigo de Abel Caballero.

Por si fuera poco el bombo regional y nacional a Jácome por su controvertida decisión y por su inmediata multa por aparcar mal su coche en su estreno como regidor, ahora es Alemania quien coge el guante. El diario Frankfurt Allgemeine Zeitung publicó el pasado 29 de junio un artículo -que DO compartió en redes- para remarcar el cambio de rumbo de la política auriense: "Un candidato de fuera del sistema se convierte en alcalde en España", reza el subtítulo de la pieza.

El periódico, que localiza a la ciudad "alejada de la mano de Dios", describe cómo "la gente joven emigra porque no encuentra trabajo" a la vez que explica que "los mayores dejan que de la política se ocupen los que siempre se han ocupado de ella", en clara alusión al binomio PP-PSOE, un vaivén derecha-izquierda protagonista en toda la historia democrática de la tierra de la chispa.

"Marcada por elementos de corrupción y clientelismo, lucha desde hace 8 años el partido marginal DO", continúan las líneas, para ensalzar a continuación la posición de Jácome como ese que le "toca las narices a los poderosos".

Además, el medio compara al alcalde con Manuela Carmena o Ada Colau por formar parte de esos "frikis que sacuden" a l tradicionales" y por "molestar a la rutina de gobierno".

Para terminar, el articulista rememora un encuentro con el sujeto de su historia producido hace unos años, cuando se le "quejaba de la sumisión" a la altura de los borregos -"borreguil"- de los ourensanos por apoltronar en el trono a los habituales actoressumisión" a la altura de los borregos -"borreguil"- de los ourensanos.