El nuevo mandato en el Concello de Ourense arrancó con un pleno bronco y cargado de reproches. Volaron los puñales en el salón que estrenaba al líder de Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome, como alcalde al frente de un gobierno de coalición con el PP.

El resentimiento por este pacto estuvo muy presente en el debate. El exedil del PP y ahora en Ciudadanos, Pepe Araújo, dijo que el regidor era "el mejor trilero de la historia de Ourense" por mantener abiertas las negociaciones con otros partidos cuando, dijo, ya había acordado con el PP "el reparto del pastel". A los ediles 'populares', y en especial al exalcalde Jesús Vázquez, les afeó el apoyo a la investidura de Jácome: "Yo habría roto la disciplina de voto", dijo.

Jácome replicó al instante: "Y lo dice la persona que traicionó a sus compañeros de partido tres meses antes de las elecciones". Tampoco gustó el comentario al PP, que le recordó que había abandonado sus filas "voluntariamente".

Comenzaba así la que sería la tónica general del primer debate del mandato, con el alcalde replicando una por una, todas las intervenciones de la oposición. "Hoy se inaugura una nueva modalidad con la figura del alcalde portavoz", ironizó el representante del BNG, Luis Seara. También Miguel Caride, que ejerce la portavocía del grupo de Jácome y para quién Araújo (Cs) pidió un aumento del salario por el "papelón" que le ha tocado, dijo que en realidad tendrán que bajarle el sueldo, por que "con este alcalde... no vamos a andar duplicando réplicas".

Araújo, que preguntó a Jácome si le gustaban las flores en alusión a los comentarios homófobos de uno de sus asesores, definió a Democracia Ourensana como la "cara B" del PP: "Por ahora están disfrutando, pero en unos días estarán absorbidos y usted (el alcalde) no tendrá movimientos libres en esa silla porque estará dirigido por su socio de gobierno", dijo.

El portavoz socialista, Rafael Rodríguez Villarino, también se refirió al sillón para decirle que "le queda muy grande" y recurrió a la hemeroteca para destapar contradicciones entre lo dicho y lo hecho: "Usted vive de la mentira", le dijo.

Jácome contestó a todo sin inmutarse y acusó a Villarino de utilizar "datos incorrectos y juicios de valor" en sus argumentos: "¿Son imaginaciones mías o este mandato va a ser más divertido que el anterior?", se preguntó. Ofreció flexibilidad en los tiempos de intervención y hasta pronosticó con éxito la hora a la que acabaría la sesión: "A las 11.00 estamos todos fuera, bueno menos yo, que como me gusta el sillón seguiré aquí sentado hasta las nueve", bromeó.