Los habitantes del barrio de Barrocás conviven con un alumbrado público viejo y de poca visibilidad. Las farolas tienen más de cicuenta años y los vecinos se quejan de la poca iluminación que hay por las noches. Ellos alegan que salen más baratos al Concello que el resto de vecindades por estas viejas instalaciones sin renovar y porque durante los meses de invierno no cuentan con barrenderos que limpien sus calles. "Tan solo vienen a recoger la basura", afirma la tesorera de la Asociación de Vecinos de Barrocás. Además, la piscina y las zonas verdes del barrio son de propiedad privada por lo que no se gasta dinero público en su mantenimiento.

Asimismo, llevan años reclamando la construcción de un centro de salud en la zona puesto que tienen que desplazarse hasta el centro médico de A Cuña. Las líneas para acudir a una cita médica son escasas y tienen que esperar cuarenta minutos para que pase el autobús. Muchos optan por ir caminando pero "en verano hace mucho calor y en invierno, si llueve llegas mojado a casa". La construcción de dicho ambulatorio ya se "había hablado hace años". "Somos una vecindad de 353 viviendas y la mayoría de los habitantes son de edad avanzada por lo que no se pueden desplazar con facilidad hasta A Cuña", comenta la tesorera. El actual alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, llevó en su programa electoral el compromiso de construir escaleras mecánicas que permitan acceder con facilidad a la zon alta del barrio.

Falta de accesibilidad

Entre las quejas que se presentaron hace años en el Concello se encontraba la de crear una pista cortafuegos que sirviera de paso para vehículos de emergencias. "La vía que está detrás de la torre principal no permite la circulación de automóviles por lo que ni las ambulancias ni los taxis pueden pasar" , asegura la tesorera de la Asociación. Del mismo modo, los habitantes del barrio se quejan de la falta de limpieza del monte que tienen pegado a sus casas. Temen que se origine un incendio y que haya consecuencias graves porque "la última vez que ardió hubo persianas derretidas". Algunos vecinos limpian como pueden los alrededores de sus edificios para evitar que "algunos animales del monte puedan entrar en las casas" ya que "los matorrales llegan a la altura de las ventanas".

Renombrar la zona nueva

Desde la creación de la llamada zona nueva, los vecinos de Barrocás han reclamado que ese añadido se llame de otra forma. Además, también se pide un único nombre para la calle principal de la barriada porque "un mismo edificio pertenece por un lado a la calle Mirto y por el otro a la calle Barrocás" y eso "provoca problemas administrativos a muchos vecinos".

Uno de los nuevos conflictos en los que se encuentra la Asociación de Barrocás es la propiedad de la Plaza de Barrocás, arreglada hace 10 años con el Plan E estatal y que hoy se atribuye como "propiedad privada"según un escrito. "Es algo que no entendemos", explica la tesorera de la Asociación de Vecinos.