'París era una fiesta' fueron las memorias de Ernest Hemingway. Jácome tira de inspiración americana para que Ourense, al igual que en el Spring Break de primavera en Estados Unidos, sea, cada junio, "la fiesta de Galicia de fin de curso", congregando a centenares de estudiantes. Un evento para intentar hacer competencia a las multitudinarias celebraciones de San Juan, en A Coruña, y al Arde Lucus de la ciudad de la muralla.

El alcalde planea duplicar el calendario festivo, con un nuevo modelo en junio, "que la fiesta tenga un motivo", y otra en noviembre, coincidiendo con el patrón de la ciudad, San Martiño. Democracia Ourensana lleva Cultura y gestionará el próximo cartel. Las fiestas de este año, que finalizaron el domingo, las califica como "tremendamente grises". Admite que la responsabilidad es de su socio actual de gobierno, el PP, que diseñó el evento en el anterior mandato. El actual ejecutivo solo actuó "como apagafuegos, resolviendo in extremis problemas burocráticos como los contratos de los fuegos artificiales".

Por su parte, el principal grupo de la oposición, el PSOE (con 9 ediles de un total de 27) criticó el programa de este año pero también que el nuevo gobierno plantee un cambio de fechas sin consenso. Por ese motivo plantearán en el primer pleno ordinario del mandato (se baraja como posible fecha el 12 de julio) la celebración de una consulta popular para que la ciudadanía opine, tanto sobre el cambio de calendario, como sobre la ubicación de las atracciones, que durante una semana cortaron la principal arteria de entrada y salida de la ciudad, entre Pardo do Cela y la Rúa do Progreso.