Hace apenas un mes comenzó a funcionar en Cea -y bajo esa Identificación Xeográfica Protegida de Pan de Cea- un nuevo concepto de horno tradicional que conjuga todo lo que exige el nuevo real decreto o "ley del pan" , cuyas recomendaciones supera con creces, con el proceso de elaboración artesanal igual a la de hace siglos y los ingredientes autóctonos, con un edificio arquitectónico de vanguardia. El primer horno con estética "del siglo XXI".

Todo esto va unido a la aplicación de todo el concepto de producción ecológica, de modo que solo se usa en la cocción madera de carballo o abedul y, luego, un robot controla el proceso de calentamiento de los hornos, de modo que cuando el horneado del pan alcanza una determinada temperatura, el calor del humo de la cocción se reaprovecha, como fuente de calor y alimenta todas las necesidades de agua y calefacción de las instalaciones" indican.

Este proyecto, que conjuga tradición y vanguardia se llama Aboamigalla, el diseño es un mimado diseño del arquitecto del Juan Carlos Cabanelas y los emprendedores son Sofía Godoy hasta hace nada concejal de Benestar e Igualdade y teniente de alcalde del Concello de en Ourense y su marido, Juan Carlos Rodríguez.

Este giro de 180 grados a sus vidas y profesiones ha sido meditado "teníamos ya vinculación con el sector vinícola pero este proyecto es la culminación de un proyecto muy ansiado y meditado", afirman.

Mientras los legisladores se esfuerzan por controlar el fraude de la venta del pan con etiqueta de artesano o integral que no responden a tal proceso productivo, en Aboamigalla "nosotros queremos hacer un producto para los que eligen qué comer y qué proteger. Cuidar la salud y proteger el medio ambiente" indican.

Un pan que duerme en liño

El proceso que ha fijado una plantilla fija de profesionales panaderos de Cea, comienza con el fermento con masa madre, sin aditivos químicos, luego la masa, que respeta el proceso de amasado manual duerme tapada por sábanas de liño auténtico, costosas de encontrar, para iniciar luego también un proceso de al menos dos horas de lenta cocción en horno tradicional.

"Somos un horno más de Cea pero hemos extremado todos los estándares porque aspiramos a tener la certificación IFS Food, que nos acreditaría como el único horno de leña de España con ese reconocimiento", afirman. En eso trabajan en este obrador con estética y salubridad del siglo XXI, pero que mima maderas y procesos, para comer aquel pan de verdad que comían los ancestros.