La subida de la temperaturas y el éxodo a las playas de muchos ourensanos jugaron ayer en contra del comercio y, pese al adelanto de la jornada dominical de rebajas siete días antes de lo previsto, la ciudad estuvo casi vacía hasta bien entrada la tarde.

Los grandes centros comerciales como Ponte Vella o Carrefour, y alguna tienda de moda de firmas multinacionales, en el caso de las calles del centro, fueron las únicas que optaron por abrir en el domingo de rebajas autorizado por la Xunta y que, según los establecimientos consultados ¡, estuvo muy por debajo en cuanto a público de las previsiones.

El día 28 comenzaron ya las rebajas en Ponte Vella y otros establecimientos del pequeño comercio y el domingo de rebajas, previsto era el 7 de julio, pero los comerciantes decidieron adelantarlo y celebrarlo ayer, ante la previsión de que dentro de una semana, buena parte de la población local esté en otras zonas de costa o de viaje, y realice sus compras de rebajas fuera de la ciudad. Si bien los resultados no fueron los esperado ayer, incluso en la hostelería y ocio, casi vacíos, pese a ser la última jornada de una ciudad en fiestas, los comerciantes esperan que se puedan ir espaciando las ventas en lo que queda de semana antes de esa segunda quincena de julio en la que, como es habitual Ourense pierde buena parte de su población.