El líder del PP ourensano, José Manuel Baltar, fue reelegido ayer presidente de la Diputación de Ourense con los votos de Democracia Ourensana. El apoyo de los dos representantes de este partido completó el pacto de gobierno PP-DO por el que Gonzalo Pérez Jácome se hizo con la Alcaldía de Ourense el pasado 16 de junio y abre una nueva etapa en la institución provincial en la que Baltar gobernará por primera vez en coalición.

Este cambio de escenario político no plantea ningún problema para el PP, aseguró Baltar al finalizar el pleno, pues el programa con el que se presentó a las elecciones para presidir la Diputación, es ya "un plan de mandato asumido absolutamente" por sus socios en el acuerdo firmado el 14 de junio.

Jácome, que asistió al pleno y se sentó en primera fila, matiza que algo sí va a cambiar: "Ahora nada va a ser como antes, Baltar no tiene la mayoría absoluta y va a tener que consensuar; nosotros vamos a condicionar este gobierno", afirmó. Para empezar, aclaró, exigiendo "inversiones de calado" que inviertan la tendencia descendente que afecta a Ourense.

En su discurso, Baltar agradeció a los dos diputados de DO "la confianza" y se comprometió a gobernar "para todos". Pese a que ambas formaciones, enemigas acérrimas hasta hace unas semanas, defienden que la sintonía es total, nadie pasó por alto que tras la proclamación de Baltar como presidente provincial al sumar 14 votos de 25, los dos diputados de DO, Armando Ojea y Miguel Caride, permanecieron sentados e inmóviles mientras sus socios se levantaban y aplaudían.

Baltar restó importancia a este gesto. Dijo después que eran "cuestiones formales" y que había recibido "dos abrazos muy sentidos" de los dos diputados de DO. "Somos un gobierno único; esto no es el bipartito de la Xunta, que estaban compitiendo unos con otros, nosotros tenemos un gobierno y un programa con un objetivo y un reto que se llama Ourense", afirmó Baltar.

Jácome explicó que los diputados obraron así en "contrapartida" por lo ocurrido en su investidura como alcalde, cuando ninguno de los ediles del PP le aplaudieron a él. Así a todo, "es totalmente irrelevante", señaló: "Estoy muy orgulloso de lo que hice, e hice buena la frase que dije en su día: Pactaría con el demonio si consigo el cielo para Ourense. He hecho lo correcto".

Al final de la sesión, Jácome se acercó para felicitarle, se abrazaron y bromearon como amigos de toda la vida. También estaba en la primera fila el expresidente, José Luis Baltar, inhabilitado por contrataciones irregulares cuando era presidente de la institución.

El acuerdo PP-DO que mantiene a Baltar en la presidencia de la institución a pesar de haber perdido la mayoría absoluta por primera vez en 32 años, fue reprobado con dureza por la oposición al término de la sesión.

El presidente, en cambio, defendió en su discurso la "política del pacto" que, señaló, "hoy se visualiza aquí con mi nueva investidura de la que considero la más alta honra política: presidir Ourense". Destacó, por ejemplo, que la política del pacto fue una constante en la junta de gobierno de la Federación Española de Municipios y Provincias, FEMP, a la que pertenece y que también facilitó su elección como presidente de Partenalia, vicepresidente de Confederación Europea de Poderes Locales Intermedios, y otros cargos en organizaciones con representación "de todos los colores políticos".

En este caso, defendió que el ideario del PP de Ourense sigue siendo el mismo: "Centrismo, galeguismo, reformismo, municipalismo y europeísmo". Y destacó la oportunidad que representa este nuevo mandato para Ourense ya que la provincia, dijo, "logrará la ansiada condición de puerta de entrada del AVE a Galicia, ejerciendo con más razón la capitalidad de la eurorregión Galicia-Norte de Portugal".

Además, puso por delante en su discurso las palabras "humildad y reilusionar". En cuanto a la primera, señaló, "debe caracterizar siempre la representación política; que significa aprender de la gente y que se basa en el reconocimiento de los errores para superarlos y no volver a cometerlos". Reilusionar, dijo, significa "hacer de Ourense un lugar que atraiga talento". Se mostró dispuesto a "sorprender positivamente con nuestra gobernanza" y a tender puentes con personas e instituciones.

15

La toma de posesión de Manuel Baltar, en imágenes

La toma de posesión de Manuel Baltar, en imágenes // IÑAKI OSORIO

Su socio de gobierno, Gonzalo Pérez Jácome, muy crítico hasta ahora con la gestión de Baltar y su forma de hacer política, señaló que el discurso del presidente le había parecido "un poco más realista que el de hace cuatro años", aunque también admitió que no presta "demasiada atención a los discursos largos y leídos".

Tras levantarse la sesión del pleno de constitución, todas las miradas se dirigieron a él, que se abrazó primero a Baltar padre, para dirigirse después al recién investido presidente y estrechar su mano. En el aire estaban los reproches de la oposición por haber "traicionado" con este pacto su programa electoral, centrado precisamente en "echar a Baltar de la Diputación".

"Fueron las circunstancias y los votos que no dejaron otra salida", justificó, "y lo que se demuestra es que estamos luchando por Ourense". Descargó culpas en los socialistas de Rafael Rodríguez Villarino, a quien hace responsable de que tuviesen que pactar con el PP: "Negaron la alcaldía a DO y tuvieron la avaricia de quererlo todo para ellos; jamás deberíamos perdonarle al PSOE lo que nos han obligado a hacer", sentenció. "Nuestra primera opción fue el pacto a cuatro, pero fue el PSOE el que lo bloqueó, querían todo el poder y la avaricia rompió el saco. Ellos son los causantes de esta situación".

En cualquier caso, consumado el acuerdo con el que fue su enemigo y del que llegó a decir que era "tóxico" para Ourense, se muestra satisfecho de su decisión y de no haber llegado a ningún acuerdo con los grupos de la oposición: "Veo un gobierno de cuatro años porque es un gobierno sólido; realmente los compañeros de viaje incómodos e imposibles eran el PSOE, BNG y Ciudadanos. Era una auténtica locura, en las reuniones que tuvimos llegamos a discutir durante media hora la cita del día siguiente, imagina gobernar".

De ahí que Democracia Ourensana se decantase finalmente por el pacto con el PP que, asegura Jácome, "es el pacto más sólido". Consciente de las críticas que sigue suscitando este acuerdo, el ahora alcalde de la tercera ciudad de Galicia señala que lo importante es el fin, "el fin siempre justifica los medios, estoy totalmente orgulloso de lo que hice".

En cuanto a su papel como socio de gobierno y apoyo necesario para que el PP pueda desarrollar con tranquilidad su mandato, el líder de DO se fija como objetivo "cambiar las políticas y gastos anuales". El pacto de gobierno recoge para este partido una vicepresidencia segunda que ostentará Armando Ojea, un puesto en la junta de gobierno, un área delegada y la presidencia de la comisión de Economía e Facenda.

La provincia, señala Jácome, "está en el precipicio, a punto de bajar de los 300.000 habitantes, y eso sería un verdadero caos y una sangría. Nosotros queremos implantar acciones para que eso no ocurra. Vamos a conseguir inversiones millonarias para Ourense, que es la locomotora de la provincia, e inversiones de calado para que cambie el devenir".