Un hombre de 50 años, natural de la zona de Vigo, falleció este martes en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar (Ourense), a consecuencia de una posible sobredosis de drogas, causa por determinar en el análisis de tóxicos encargado por el forense para completar la autopsia. El recluso cumplía una condena de 6 años, iniciada en 2015, por un delito contra la salud pública y otro de lesiones. Ya había disfrutado de permisos penitenciarios de salida.

Un funcionario de la prisión localizó a las 18.30 horas del martes el cuerpo del interno, que ocupaba una celda individual. El centro llevará a cabo una investigación interna para intentar averiguar cómo entró el estupefaciente en sus instalaciones. Las drogas están prohibidas en la cárceles pero, al ser centros con entradas y salidas de reclusos y familiares, no están blindadas contra la entrada de sustancias. Suelen introducirse "empetado", como se conoce en el argot, en vía estomacal o rectal.

El centro penitenciario de Pereiro controla los accesos a través de cacheos e incluso con peticiones de radiografías en el hospital con orden judicial, cuando existen sospechas. Además se vuelca en la prevención, ofreciendo a los internos programas de deshabituación. Hay un módulo de comunidad terapéutica en colaboración con Proyecto Hombre.