Un joven de 30 años se arrojó ayer a mediodía al Miño y salió por su propio pie. Un familiar avisó de que estaba buscando a su hijo, que había abandonado el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), en el que permanecía ingresado, según informó ayer la Policía Local.

Según el progenitor, el chico había manifestado su intención de suicidarse, por lo que se estableció un dispositivo de búsqueda en el que intervino todo el turno de servicio. A los pocos minutos, agentes de la Policía Nacional lo vieron cerca de la barandilla del Puente Nuevo. Se cortó el tráfico en sentido centro ciudad y tanto efectivos de la Nacional como la de la Local intentaron persuadirlo, pero el joven acabó descolgándose de la barandilla y se tiró al río. Salió a flote y nadó con dificultad hacia la orilla, donde los agentes de ambos cuerpos lo esperaban. Desde donde se lanzó la altura es de 12 metros.

Al desconocer el alcance de las lesiones y dado lo escarpado del terreno, mientras era atendido por los agentes, se solicitó la presencia de bomberos para rescatarlo con seguridad aunque, según la comisaría, "salió por su propio pie a la orilla". Una ambulancia lo trasladó de nuevo al CHUO.