Sobre la mesa del nuevo gobierno de coalición del Concello de Ourense tras el pacto DO-PP hay numerosos temas pendientes pero el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) es, sin duda, uno de los más relevantes. A falta de cerrar la delegación de competencias, es seguro que el PP se hará cargo del área de Urbanismo y que será Flora Moure la que asuma esta responsabilidad. No obstante, los pasos que se vayan dando exigirán consenso entre ambas formaciones.

Durante su etapa en la oposición e incluso en campaña electoral, Democracia Ourensana fue muy beligerante en este terreno, pero tanto el pacto que le ha asegurado la Alcaldía como el deseo de que la ciudad empiece a funcionar abren un nuevo escenario de entendimiento con el PP que podría culminar con un PXOM aprobado definitivamente por la Xunta en menos de un año.

La clave es dotar al documento de una seguridad jurídica que, a juicio de DO, en estos momentos no tiene. Cabe recordar que el gobierno de Jesús Vázquez, en minoría y sin apoyos para llevarlo a pleno, elevó el planeamiento a aprobación provisional en junta de gobierno local el pasado 2 de mayo, cuando sólo faltaban tres semanas para las elecciones locales. Este acuerdo generó un rechazo absoluto por parte de la oposición y contó también con informes contrarios del interventor y del secretario municipal. Este último dejaba claro que el órgano competente para la aprobación provisional es el pleno de la corporación.

Ese mismo día, Democracia Ourensana presentó recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, TSXG, que fue admitido a trámite días antes de los comicios, lo que sitúa la aprobación provisional en una situación de extrema vulnerabilidad.

El pacto de gobierno entre DO y PP ha modificado el escenario y la prioridad ahora es desbloquear también el urbanismo en la ciudad. Desde las filas de Democracia Ourensana, una de las urgencias es, precisamente, anular el polémico acuerdo de aprobación provisional en junta de gobierno y "retroceder" un paso para que el documento tome impulso. El siguiente paso sería consensuar "ajustes" con el PP y "retocar lo que haga falta". Señala el portavoz, Miguel Caride, que la mejor forma de ganar tiempo con el PXOM es darle seguridad jurídica "y eso se consigue aprobándolo en el pleno, que es el órgano competente y solvente".

Aunque no hay nada concretado todavía con el PP en este aspecto, apunta Caride que es un asunto que sí se abordó durante las negociaciones del pacto de gobierno "y había disposición por su parte a ello". ¿Qué ocurriría entonces con el recurso de DO que el TSXG ya admitió a trámite? La propia anulación del acuerdo de aprobación provisional, explica el edil, lo dejaría sin efecto "porque el objeto del recurso era ese; en todo caso, si nosotros retrocedemos para aprobarlo en pleno, tampoco tendría sentido ese recurso y lo retiraríamos", explica.

Todo esto en cuanto a la forma, porque en lo referente al contenido las diferencias entre DO y PP también eran abultadas. Las últimas calificaciones realizadas desde la oposición por el ahora alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, se referían al PXOM como un "plan corrupto" destinado a favorecer a "amigos" y a "perpetuar pelotazos urbanísticos como las dos torres que pretende construir Copasa al lado del puente del Milenio, en la zona de A Chavasqueira". Jácome se comprometía entonces a que, si llegaba a gobernar, anularía el acuerdo de la junta de gobierno y negociaría "un plan que no tendrá nada que ver con el que aprobó el PP".

En esta línea, DO sigue manteniendo que existen aspectos en el PXOM "que no nos gustan", posturas "diferentes", señala Caride, que se deberán "limar". Las citadas torres y "determinados beneficios urbanísticos a ciertas personas" son algunas de ellas.

En cualquier caso, el portavoz del grupo de gobierno de DO ve muy posible llegar a un entendimiento con el PP a través de una negociación en la que, señala, "nosotros cederemos en algunos aspectos y ellos en otros, teniendo en cuenta que los dos queremos lo mismo, un plan solvente que no pueda tumbar la justicia".

Otro de los puntos calientes que se presentan en esta materia es la nuvea exposición pública del plan, tal y como piden colectivos profesionales y partidos políticos entendiendo que las modificaciones introducidas por el anterior gobierno del PP al plan elaborado por el PSOE son sustanciales y requieren una nueva fase de consulta. En esta línea, Caride tampoco es partidario de una segunda exposición, "salvo que sea necesaria", ya que "retrasaría enormemente su aprobación".