Acosó a su novia durante los 15 meses que duró la relación llamándola repetidas veces desde un número de teléfono oculto. Cuando ella contestaba él colgaba y así en innumerables ocasiones entre marzo de 2017 y mayo de 2018. Los últimos cinco días, justo ante de que ella presentase denuncia, la llamó 562 veces.

La situación para la víctima, según refleja la sentencia del Juzgado Penal 2 de Ourense que acaba de condenar a M.L.R. a 90 días de trabajos en beneficio de la comunidad y tres años de alejamiento por acoso, llegó a ser insoportable. Estaba angustiada, desesperada y rabiosa, y así se lo comunicó por Whatsapp al acusado cuando descubrió que era él quien hacía las llamadas: "Víchesme chorar, desesperada, angustiada, temblando, rabiosa; mentíchesme 15 meses". Sí, le contestó él, "seino, e tamén sei que xa non me falarás máis por eso". A la pregunta de por qué lo hizo, respondió, "para saber se falas por teléfono".

Recoge la sentencia que el objetivo del acusado con este comportamiento no era otro que "controlar" a su pareja, "provocar en ella intraquilidad, preocupación y alterar sus hábitos cotidianos". De hecho, a día de hoy, la mujer sigue recibiendo atención psicológica.

La situación fue angustiosa porque no sabía quién estaba al otro lado de la línea y el acusado llegó a realizar llamadas esporádicas cuando estaban juntos para evitar que la denunciante lo relacionase a él. Las veces que la mujer contestaba, la otra parte colgaba, y así "multitud" de veces, pero con mayor intensidad desde noviembre de 2017.

A la jueza le resulta difícil comprender el comportamiento del acusado: "Cuesta concebir qué sentido tiene hacer llamadas y colgar siendo ambos pareja sentimental". La respuesta está en los mensajes que intercambiaron cuando ella descubrió la verdad y en los que reconoce que lo hace para saber si habla por teléfono con otras personas. Estos mensajes "especialmente ilustrativos" y la relación de llamadas realizadas no dejan lugar a la duda, señala la sentencia.