Miguel G. N. y su pareja salieron de su casa de la aldea de Oxén (Vilamarín) el domingo para tomar el vermú en la capital de este municipio ourensano. La Guardia Civil cruzó el coche para detener su avance y arrestaron pistola en mano al hombre, detenido como presunto colaborador de la organización terrorista Resistencia Galega, según la Dirección General de la Guardia Civil, en la misma operación -bautizada como Lusista-, en la que fueron arrestadas otras 3 personas entre el sábado y domingo, incluidos los considerados cabecillas de la banda, Antón García Matos, alias "Toninho", y Asunción Losada Camba, ambos en la clandestinidad desde 2006. Vecinos de la aldea se muestran sorprendidos y defienden a Miguel. "É unha boa persoa, non ten nada que ver con iso", aseguran. Él y su pareja son apreciados en el pueblo porque, entre otras razones, se ocupan de la organización de las fiestas en los últimos años.

Tras la detención se llevó a cabo un registro, con él presente, en su vivienda de Oxén, bajo custodia de varios agentes encapuchados de la lucha antiterrorista, además de efectivos de seguridad ciudadana del instituto armado. El espectacular despliegue en pleno domingo quebró la habitual tranquilidad de una aldea de solo 67 habitantes, según datos de 2018 del Instituto Galego de Estatística (IGE).

Los agentes y la comitiva judicial se llevaron del domicilio material informático. El ourensano detenido fue trasladado posteriormente a Madrid y permanece incomunicado, hasta su puesta a disposición de la Audiencia Nacional, en coordinación con la Fiscalía del tribunal central.

La organización independentista Causa Galiza considera que las detenciones obedecen a una "represión política" y reclama la libertad de los cuatro. En Ourense, al igual que en otras localidades gallegas, se celebró ayer una concentración en apoyo de los investigados y contra la operación de la Audiencia Nacional.

Resistencia Galega nació como banda heredera del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive en 2005. Desde entonces, ha protagonizado alrededor de 60 acciones violentas, muchas con explosivos de fabricación casera, contra partidos, instituciones, entidades bancarias y empresas, sin causar víctimas mortales. La última acción atribuida al grupo fue una explosión en Baralla en 2014, que destruyó parcialmente la consistorial. Un año antes, un ataque a la casa del Concello de Beade también fue atribuido a Resistencia Galega. Desde 2007 han sido detenidas al menos 40 personas vinculadas a esta organización.