Álvaro Fernández era el nuevo valor del PP y de hecho fue en este concello donde Alberto Núñez Feijóo inició la campaña en la provincia. No defraudó, y a la primera intentona en política fue el más votado aún cuando no ganara por mayoría.

Su investidura era otra de las incógnitas, pero en A Rúa no prosperó el pacto PSOE-BNG del pasado mandato y la abstención de los 2 ediles de RUA, un grupo independiente, permitieron que Álvaro tomara posesión del bastón de mando, con 4 escaños frente a 3 de BNG, 2 del PSOE y los 2 de RUA.

"Será imprescindible también llegar a acuerdos, y lo primero que haremos a partir del lunes es hablar con los otros grupos políticos, porque la prioridad es empezar a trabajar por nuestro pueblo, y sobre todo sacar adelante unos presupuestos, pues el mandato remató con ellos pendientes de aprobación".

Una vez que "conozcamos y sepamos con qué contamos para poder empezar a trabajar, es cuando pondremos las prioridades y vamos a diseñar un plan de actuación y obras urgentes", explica el alcalde.

Como empresario, "una labor que tendré que seguir compaginando con la de la Alcaldía, porque tanto en la empresa como en la corporación tengo un gran equipo que aúna experiencia y juventud, pondré todo mi esfuerzo para gestionar en beneficio de todos mis vecinos y vecinas, pues es un auténtico orgullo ser su alcalde", señaló ayer.