Gonzalo Pérez Jácome es desde ayer el nuevo alcalde de Ourense, al contar el candidato de Democracia Ourense (7 ediles) con el apoyo del Partido Popular (también con 7), que suman la mayoría absoluta. DO se convierte de esta forma, según aseguró el nuevo regidor, en el primer partido independiente en gobernar una capital de provincia en todo el territorio nacional, aunque en coalición con los populares.

El socialista Rafael Rodríguez Villarino -que fue el único que mantuvo su candidatura tras renunciar el exalcalde popular Jesús Vázquez y los candidatos de Ciudadanos y BNG- obtuvo por su parte 11 votos, los 9 del PSOE y dos más, y dos abstenciones, del total de 27 concejales que conforman la Corporación Municipal. Así se escenificó la primera parte del acuerdo alcanzado por Pérez Jácome y Manuel Baltar, que se hizo oficial en la tarde del viernes, un pacto que afecta a la Alcaldía, pero que blinda además el control de la Diputación para el PP.

Pasaban 35 minutos desde el inicio del pleno, fijado para las 10.00 horas, cuando Pérez Jácome era proclamado nuevo alcalde de la ciudad y prometía su cargo, recibiendo el bastón de mando del presidente, el popular Mario Guede, por ser el de mayor edad, junto con el socialista Borja López, el más joven de la nueva corporación.

El futuro que viene

Con una referencia a la votación, ya que se mantuvo la incertidumbre hasta el final del recuento, y "llegamos al límite", Pérez Jácome inició su primer discurso ya como regidor sin renunciar a su estilo de no llevar escrita la intervención, daba las gracias a los 12.000 votantes que depositaron su confianza en DO, pero dejando claro que será "el alcalde de todos los ourensanos".

En esa línea diferenciadora de discursos al uso, el nuevo regidor advertía que "todos me conocen y saben cómo soy" e hizo referencia al destino, reconociendo que "parece que está escrito". Además de una efemérides con especial significado, ya que se cumplen 18 años del nacimiento de Democracia, "la mayoría de edad", coincidiendo con la elección de alcalde y gobernando la ciudad. Y, aunque "soy muy optimista, se tardó mucho tiempo".

Además de aludir a que se cumple el tercer mandato como concejal, por lo que se cumple lo de que "a la tercera va la vencida", y por ser la quinta que se presentó a alcalde, con lo que se hace bueno lo de "no hay quinto malo".

Una introducción propia de una persona que, como reconoció, "es por no estar aún mentalizado de ser alcalde", aunque reconoce que el futuro que "tenemos por delante" y todo aquello que "nos queda por hacer".

De ahí que el primer mensaje, en esa dirección, fuese el de que "a mí realmente estar aquí como alcalde no me dice nada si no puedo cambiar la ciudad. No estoy eufórico, esto es un primer requisito, tomar el puente de mando para poder hacer cosas". Es por eso aunque agradeció las felicitaciones que recibió, dijo que esas deben llegar cuando "hagamos cosas", y señaló en concreto la instalación de escaleras mecánicas en diferentes zonas de la ciudad, el parque acuático y, sobre todo, el Centro de Inteligencia Artificial.

Se trata, como reiteró hasta en tres ocasiones, de "transformar " y "cambiar la ciudad". Para proclamar que "nos enfrentamos a dos retos enormes: uno, conseguir que en Ourense se viva mejor, que aquí vivamos mejor, ese es un reto que parece bastante fácil", mientras que el segundo reto es que en Ourense "se pueda vivir, que es muy distinto". Y alertó sobre que "si seguimos la sangría de población" que podría llevar a que "dejásemos de ser la tercera ciudad de Galicia a ser una gran villa". Por lo que considera que "ningún alcalde se ha enfrentado a un Ourense moribundo".

Y aunque reconoció haber "cumplido el objetivo primario, llegar a la alcaldía, el principal empieza ahora", en referencia a que el futuro pasa por esa necesaria "transformación" de la ciudad que se presenta como "el gran reto al que debemos hacer frente".

Sobre el futuro gobierno de coalición no hizo referencia alguna durante el discurso, aunque al término de la sesión dijo que inicialmente hay una pauta a seguir, pero el reparto de responsabilidades de las diferentes áreas se concretará mañana, y de esa forma "encajar" las piezas del documento que se firmó entre él y el presiente del Partido Popular, Manuel Baltar, con el que se selló el pacto que asegura mayoría en el Concello y la Diputación.

Sobre esta cuestión, todo parece indicar que el PP tendrá la única tenencia de Alcaldía, así como la asignación de varias concejalías, "con los ediles actuales o con los que puedan entrar si hay algún relevo", con lo que Pérez Jácome no descarta la posibilidad de que se puedan producir dimisiones en las filas populares, entre las que se encontraría la de su antecesor en el cargo, Jesús Vázquez, que ya anunció que no formará parte del futuro gobierno.