Luis Rodríguez Míguez (Santiago 1932-Ourense 2016), recibió ayer a título póstumo la Medalla de Oro de la Provincia, la máxima distinción que concede la Diputación Provincial y que reconoce las importantes aportaciones que el médico, profesor universitario y escritor realizó en los campos de la investigación y la promoción termal, así como sus contribuciones en el estudio y divulgación de las aguas mineromedicinales y su uso clínico. Su viuda Mariluz Villar, y su hija Alejandra Juno Rodríguez, recogieron la medalla en un acto que se celebró por la mañana en el salón de plenos de la Diputación y que proclamó al doctor como el "padre del termalismo".
La ceremonia arrancó con la interpretación del "Ourense ao lonxe", a cargo del gaiteiro Marco Foxo y continuó con la 'laudatio' al doctor Míguez pronunciada por el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices, y el profesor de la USC, Juan Gestal.
Santalices destacó la "inquietud" del médico e investigador "por cambiar la situación sanitaria de la provincia" que demostró siempre el homenajeado y el importante legado que deja en el ámbito del termalismo y la salud. También el presidente de la Diputación, José Manuel Baltar, que entregó a Mariluz Villar la medalla enmarcada, destacó la figura de Luis Rodríguez Míguez como precursor de los estudios sobre las aguas mineromedicinales y su uso clínico.
Su hija, Alejandra Juno Rodríguez, agradeció el homenaje a su padre y el honor que supone que el otorgamiento de la medalla se hubiese producido con el asentimiento de todas las fuerzas políticas y ciudadanas. Este reconocimiento, dijo, "sella para siempre la relación del doctor Míguez con esta tierra" porque, recordó, aunque no nació aquí, "amó Ourense y luchó por Ourense con toda su determinación, perseverancia y vehemencia".
El legado de Luis Rodríguez Míguez recoge, dijo su hija, "una tradición milenaria que se proyecta hacia el futuro, un futuro que él siempre imaginó en concordancia con la naturaleza, sostenible, que huye de lo transitorio y que llama a lo más esencial que tenemos como individuos y sociedad". Para Alejandra Juno Rodríguez, el doctor Míguez fue un "visionario" que "vio antes que nadie que nuestros manantiales eran metafóricamente, pero también literalmente, nuestras fuentes de vida". Con su trabajo, añade, "apuntó lo que debería ser la identidad más profunda de la provincia". Por lo tanto, concluyó, "lo que mi padre deja es el amor literal por su tierra y el agua que nacía de ella, y esta medalla acredita sus sueños".
Por su parte, el presidente provincial José Manuel Baltar, destacó la capacidad de Rodríguez Míguez para dar "estructura y sapiencia al elemento más característico que nos viste de salud, nuestra agua termal", y expresó que el termalismo en el que creía el investigador "es un elemento estratégico para la competitividad de nuestra provincia, un territorio con tradiciones y singularidades que debemos seguir impulsando".
