Una macrooperación contra el tráfico de drogas dirigida desde Ourense por el Juzgado de Instrucción número Uno se ha cerrado con 17 personas detenidas en diferentes provincias españolas y 73 kilos de sustancias estupefacientes intervenidos: siete de heroína y 66 de speed. Se les investiga por organización criminal para la compraventa de droga en España y Portugal.

Entre los arrestados hay cinco personas con residencia en Ourense, cuatro de ellos miembros de una misma familia y supuestos cabecillas de la trama, así como un colaborador. Los 17 han pasado a disposición judicial en la ciudad de As Burgas de forma escalonada entre el pasado domingo y este martes, y ocho de ellos ingresaron en prisión provisional. Todos tienes antecedentes penales, y varios por delitos graves, dos de ellos por homicidio.

La causa, que hasta ayer por la tarde se llevó en secreto, se sigue por los delitos de pertenencia a banda criminal y contra la salud pública por tráfico de drogas.

La investigación, liderada por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de A Coruña, arrancó el pasado mes de enero y ha implicado a casi un centenar de agentes policiales de unidades especializadas en Vigo, País Vasco y otras localidades de España.

Aunque no ha habido participación de la Comisaría de Ourense, la operación tiene su origen en la vigilancia policial realizada sobre la citada familia que reside entre Ourense y Sanxenxo. El cabecilla es Francisco Javier J.R., alias Javillo, de origen vilanovés y un histórico del tráfico de heroína, con un largo historial delictivo y actualmente pendiente de juicio por una causa abierta en la Audiencia Nacional. Su mujer, Rosa R.V., también está implicada, al igual que un hijo y una hija. El padre y el hijo ingresaron en prisión tras pasar a disposición judicial el domingo, y las dos mujeres quedaron en libertad.

El seguimiento al grupo gallego, en el que se incluye otro arousano, destapó una amplia y compleja red de narcotráfico con Ourense como centro de operaciones y ramificaciones en Madrid, Castilla y León y País Vasco.

Fue la identificación del proveedor que distribuía la droga a esta familia, un hombre de nacionalidad holandesa, lo que permitió a los investigadores establecer las conexiones con otras redes que operaban en Castilla y León y el norte de España.

Las detenciones comenzaron a producirse el viernes en diferentes puntos de la geografía nacional y con importantes incautaciones de droga. El citado proveedor (también en prisión preventiva) llevaba encima los siete kilos de heroína intervenidos y fue arrestado cuando se dirigía a entregar la droga a los cabecillas, mientras que los 66 kilos de droga sintética fueron localizados en una vivienda en el País Vasco en el transcurso de una fase de la investigación que se desarrollaba mientras la rama gallega prestaba declaración en Ourense el domingo.

Fuentes de la investigación señalan que esta es la mayor cantidad de speed incautada en una operación en Galicia en lo que va de año. Entre el importante material intervenido en los registros domiciliarios destaca la cantidad de 115.000 euros hallada en el piso de un correo en Madrid.

Desde el viernes, los detenidos han ocupado los calabozos de diversas comisarías, entre ellas la de Vigo, pero todos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción Uno de Ourense, que dirigió la operación con el magistrado titular Leonardo Álvarez y el fiscal provincial antidroga, Miguel Ruiz, al frente.

La figura del proveedor que surtía la droga al clan ourensano ha sido clave para la investigación pues ha permitido la conexión entre las diferentes redes. Este enlace no tiene residencia fija y se desplaza constantemente en coche por España. Precisamente por la existencia de grupos en diferentes localidades de España y por las extremas medidas de seguridad que adoptaban los implicados, la operación ha entrañado un alto grado de complejidad.

En la mayor parte de los casos, los detenidos no usaban dispositivos móviles y recurrían a cabinas telefónicas para comunicarse. Además, cambiaban de coches con frecuencia, lo que dificultaba el seguimiento por parte de la policía. Con tal motivo, ha sido fundamental la colaboración entre las diferentes unidades, que desarrollaron el operativo con la máxima discreción.

Tal fue el sigilo con el que se desarrolló la operación que la UDYCO optó por el traslado de los detenidos de la rama ourensana a los calabozos de Vigo, donde permanecieron hasta el pase a disposición judicial en la ciudad de As Burgas.